Solo faltaba que la justicia confirmara lo que muchos ya sugerían, y presentara querellas contra el Govern y la Mesa del Parlament por haber querido proclamar la República catalana, para que casi todos diarios de Madrid salieran en tromba a pedir cárcel preventiva para el president Carles Puigdemont, y ahora que se ha ido a Bélgica "con más razón".

La prensa del Estado justifica —y felicita— las decisiones de la Fiscalía y exigen a la justicia española que no deje impunes los "delitos" que creen que han cometido los de Puigdemont, mientras aprovechan para fardar del cese del Govern por parte del presidente español, Mariano Rajoy, del silencio que llevan dos días protagonizando y del viaje "inesperado" a Bruselas. 

La mayoría tienen claro que se han ido "clandestinamente" hacia Bélgica en un intento de "huida de la justicia española" y, aún más, justo el día en que el fiscal general del Estado, José Manuel Maza, presentó las querellas contra los de Puigdemont.

Detención preventiva

"La patética escapada de Puigdemont". Así titula su editorial La Razón, que lanza un aviso a Puigdemont recordándole que "aunque él viva en una realidad imaginaria, el Estado y la Justicia actúan con especial escrúpulo sobre los hechos delictivos que van en contra del orden democrático", mientras se ratifican en lo que ya vienen diciendo desde hace semanas poniendo de relieve que "él ha cometido algunos de enorme gravedad".

De hecho, el diario de Francisco Marhuenda abre su portada digital con una imagen del Govern que pinta en blanco y negro al president y los consellers que han viajado a Bélgica y la acompaña con el título "Desembarco de consejeros", a quien, en su editorial, recomiendan "planear una defensa sólida de los delitos que se le imputa en la querella por rebelión, sedición y malversación".

Precisamente por eso, el rotativo citado recuerda a Puigdemont que "tiene libertad para viajar a Bruselas, pero también para regresar, si su presencia es requerida en breve para declarar ante la Audiencia Nacional, lo que no tardará" porque, si no vuelve, aseguran, "su situación penal se agravaría y desencadenaría la puesta en marcha de medidas cautelares, entre otras, la detención preventiva".

Pero la editorial va un paso más allá y deja ir que, quizá, "en los cálculos político-victimistas de Puigdemont entra provocar su detención y, justamente por eso, envían un claro mensaje a la justicia española señalando que "de seguir insinuando la búsqueda de un lugar de asilo, habría que entenderlo como una fuga de los requerimientos de la Audiencia Nacional". Y así lo simbolizan, también, en su portada de la edición en papel.

Según los de Marhuenda, el viaje a Bélgica "se trata de una fuga con preocupantes signos patológicos y una manera de prolongar el fracaso del «proceso», incluso con dosis de electoralismo" y aprovechan para tirarle en cara que "ha elegido el peor camino para afrontar su defensa: no ha comprendido que el «proceso» ha fracasado, que la aplicación del artículo 155 no será un trauma insoportable y que la convocatoria de elecciones abre unas perspectivas a esta situación".

Viaje turístico

En la edición de hoy, el director del diario hace su propio apunte sobre la cuestión y no se corta ni un pelo. Tildando la situación de "grotesca", Marhuenda carga contra Puigdemont soltando que "Puigdemont fue tan pusilánime que ni siquiera se atrevió a emular a Macià o Companys proclamando la República".

Y no solo eso. Tiene claro que "la gran esperanza blanca del independentismo se ha quedado en nada" porque, a parte del conseller de TerritoriJosep Rull, la mayoría de cargos "asumían disciplinadamente que se habían quedado sin sus cargos y los Mossos d’Esquadra tuvieron un comportamiento ejemplar". "Hasta Forcadell, siempre tan agria y arisca, adornada de una amargura que es difícil de comprender, no ha intentado ninguna postrer defensa de la ilegalidad", sigue el texto.

Además, se cuestiona por qué el president no se ha ido a Rumania al exilio —de allí es su mujer, Marcela Topor— y bautiza el viaje a Bélgica de "turístico", hecho que considera que "es tan excéntrico que resulta ridículo".

Diluir a Puigdemont

ABC abre su portada con una imagen resquebrajada de Puigdemont, que justifica el título "El golpismo se diluye", y que se muestra como toda una declaración de intenciones porque van marcando con tics todo lo que querían que pasara como, por ejemplo, que la Fiscalía pida 28 años de cárcel para el president o que la presidenta del ParlamentCarme Forcadell, haya cerrado la cámara catalana.

Convencidos, tal y como demuestran en su editorial, de que "la Fiscalía defiende la Constitución", y no tienen ningún problema en decir que el Ministerio Público "ha vuelto a actuar como vanguardia del Estado de Derecho para depurar las responsabilidades penales de los dirigentes del proceso separatista catalán", ni tampoco en asegurar que, si se acusa al Govern y a la Mesa de varios delitos es porque "la Fiscalía no ha querido jugarse la baza a la sola carta de la rebelión, delito que exige que el alzamiento sea «violento y público»".

En este sentido, no se cortan a la hora de felicitar al Ministerio Público porque, a sus ojos, "las querellas están bien argumentadas y sus peticiones se corresponden con la gravedad de unos hechos que no limitan sus efectos a Catalunya, sino que los extienden a toda España" y sustentan que aplicar estas "acciones legales era inaplazable".

Precisamente por todo eso, aseguran que Puigdemont "está haciendo méritos por su viaje a Bélgica" para "ingresar en prisión provisional" y subrayan que "lo importante es que el proceso separatista no genere espacios de impunidad a rebufo de una pretendida solución política", motivo por el cual tienen claro que "nada hay más falso que tachar estas querellas como una judicialización de la política y nada hay más legítimamente político en democracia que aplicar la ley y hacerla respetar cuando es vulnerada".

El castigo

Como los diarios ya citados, El Mundo sustenta en su editorial que "el desafío al Estado no puede quedar impune" y, como La Razón, aplaude que la Fiscalía se haya sumado a "la determinación mostrada por el Senado y el Gobierno para hacer frente al desafío separatista".

Pero esto no es lo peor. El rotativo citado pone encima de la mesa que los "delitos" que sustenta que han cometido el Govern y la Mesa del Parlament, los "habrían podido cometer de forma contumaz y reiterada al menos desde el mes de septiembre de 2015" y eso, aseguran, puede "conllevar penas de hasta 30 años de cárcel si quedase demostrada la acusación más grave, la de rebelión contra el orden constitucional".

En este sentido, recuerdan que "si los querellados no atendieran al requerimiento de la Justicia, la Fiscalía ha pedido su detención inmediata y su traslado a dependencias judiciales" y les advierte de que pedir asilo político no es una buena opción porque consideran que "esto sólo cabe en la cabeza de quien se niega a asumir su derrota y se resiste a pagar las consecuencias políticas y penales de sus acciones" y, precisamente por este motivo, acaban pidiendo sin tapujos que "delitos tan graves no quedan impunes".

Este rotativo recoge artículos de opinión como "Huyen como ratas", que muestra una imagen de la Generalitat en la oscuridad de la noche, donde destaca una cuerda que cuelga de una ventana como si Puigdemont hubiese huido desde Palau y que asegura que "la huida de Puigdemont pasará a la historia de la infamia".

 

Trena para Junqueras

Así se titula el artículo de Pablo Planas en Libertad Digital, que va más allá de todo lo dicho y, mientras se cuestiona irónicamente que "quién puede querer que alguien así entre en la cárcel", define sarcásticamente a Puigdemont como "un padre de familia presto al martirio, un hombre íntegro frente a su destino, 'conformado' y 'fatalista'".

Cogiéndose al nombre del archivo de la Fiscalía "Más dura será la caída", Planas no se puede content a la hora de decir que "pues sí, debiera ser dura, toda vez que Puigdemont y sus colegas no han dejado de pagar la hipoteca, sino que pretenden acabar con la convivencia en Catalunya, la economía española, la seguridad jurídica y la estabilidad política".

Además, aprovecha para reprochar "a la banda de los Puigdemones" que no acamparan delante de Soto del Real en defensa del presidente de la ANCJordi Sànchez, y el de ÒmniumJordi Cuixart, y se declararan en huelga de hambre para pedir su libertad. A su juicio, "prefieren el truco al trato", cosa que considera que "para la que han liado no les va nada mal".

Y concluye: "Puigdemont es ridículo, sí, pero su ridiculez es pareja a la debilidad del Estado. Por lo demás, a nadie le gustan los desahucios y es cierto que resulta muy injusto que se pida prisión para Puigdemont y no, por ejemplo, trena para Junqueras".

Atmósfera irrespirable

Para El País —que es el único que en su editorial no pide cárcel para Puigdemont y en una de sus editoriales más moderadas en las últimas semanas—, la situación ha conducido a un ambiente que se caracteriza por una "atmósfera irrespirable" y seguramente es por eso que titulan su editorial con la demanda "Volver a la estabilidad" para que Catalunya recupere "con rapidez la seguridad jurídica y la calma inversora".

Basándose en la fuga de empresas para justificar sus palabras, el diario mencionado se lamenta de que "cuanto más se demore la normalidad, mayor será el deterioro económico" y no se esconde a la hora de mostrar su temor porque "la inestabilidad económica en Catalunya se propague a la economía española y, por cierto, también a la europea" porque, a su juicio, "lo más probable es que un boicot a productos catalanes implique pérdidas de producción de empleo en Andalucía o Extremadura".

Justamente por eso, apelan al gobierno de Rajoy para que haga "un llamamiento público en favor de la normalidad del consumo y de rechazo absoluto de las campañas anticatalanas".

Ahora bien. En su portada subrayan que "Puigdemont busca asilo en Bélgica para burlar a la justicia" y, fuera de la suavidad de su editorial, recogen artículos de opinión como "Goodbye, Puigdemont", que compara la película Good Bye, Lenin con la cuestión catalana para decir que "siempre les quedará la posibilidad de ver TV3 para sentir que están disfrutando de las mieles redentoras de la República".