El sueño del tripartito de 'centroderecha' ha tenido un despertar de aquellos del corazón palpitando a mil y el cuerpo empapado en sudor. El ultimátum machista de Vox ha sido para la prensa española un golpe fuerte y de difícil gestión que, como si no se podría haber previsto, parece haberles cogido a contrapié. Hay mucho en juego, no sólo la Junta de Andalucía, y por eso ahora todo el mundo hace lo imposible por tratar de salvar la cara con un compromiso de los que intentan contentar a todo el mundo pero en el fondo, no satisfacen a nadie.
Maniobra disuasoria
Así, el diario El Mundo intenta suavizar la cuestión con un titular que indica que quizás sí que habrá que hacer una maniobra disuasoria: "El PP ofrece a Vox dar ayudas a hombres por violencia doméstica", completado con el subtítulo "Lo sitúa fuera del pacto con Cs y solo lo negociará tras la investidura Andalucía". Es decir, el PP cede pero intentaremos hacer ver que no. En otro contexto, en el mismo diario lo llamarían apaciguamiento, pero claro, ahora y aquí, no toca, porque se están jugando la Moncloa y desahuciar a Pedro Sánchez, y eso es muy serio.
Rumbo de colisión
A su vez, La Razón prueba otra maniobra, quizás más arriesgada, la de poner rumbo de colisión e intentar forzar el choque frontal con la esperanza de que el otro, en el último momento, se acobardará y dará volantazo: "PP y Cs descartan que Vox fuerce otras elecciones" y el subtítulo "Creen que Abascal va de 'farol' y le avisan de que puede perder hasta cinco escaños si se vuelve a votar". No parece que tengan lo bastante claro con quién se la juegan.
Hurgar en la herida
El País, por su parte y en su papel, aprovecha para hurgar en la herida y avisa "La presión de Vox abre las primeras fisuras entre el PP y Cs", con el subtítulo "Los dos partidos se enfrentan a críticas internas y emplean distinto tono ante las exigencias de Abascal". Al menos estos ven que si Vox tensa la cuerda Pedro Sánchez ya se puede ir frotando las manos.
A su órbita
Para acabar, ABC prefiere abrir el diario con la aventura espacial de China.
Ellos a su órbita, pero quizás son los que afinan más, porque igual ya es hora de gritar con voz de astronauta desesperado: Houston, tenemos un problema!. Efectivamente, lo tienen y lo tenemos, y se llama Vox.