La admisión a trámite de la petición de extradición de Carles Puigdemont por parte de la fiscalía de Scheswig-Holstein ha subido —todavía más— los ánimos de la prensa de Madrid, que ya da por hecho que el president será extraditado a España gracias a la justicia alemana, mientras se alegra sin esconderse de esa futura supuesta decisión.

Los diarios españoles siguen, además, atribuyendo violencia al independentismo y a sus líderes y, justamente por eso, insisten en la idea de que hay que juzgar a todos los exiliados por los delitos que siguen dando por hecho que han cometido.

Para justificarlo, vuelven a la carga hablando de nuevo de victimismo de los soberanistas y se lamentan de que algunos medios de comunicación catalanes han hecho que la prensa internacional tenga una visión del proceso que no existe, motivo por el cual insisten en la idea de que hay que impedir, de todas todas, que se acabe de perpetrar el "golpe de estado".

¿Cordura alemana?

ABC dedica hoy su editorial a esta cuestión y lo hace bajo el título "Varapalo alemán al victimismo de Puigdemont", donde no se corta ni un pelo a la hora de aplaudir esa "extraordinaria noticia" porque considera que, ahora sí, "se va acotando la impunidad con la que creía manejarse de modo victimista por toda Europa".

Dando por hecho que la fiscalía alemana hará uso de su "solvencia y cordura" para confirmar que "la celebración de un referéndum ilegal para romper la unidad de España se corresponde sin lugar a dudas con el grave delito de alta traición regulado en el Código Penal alemán", el diario citado ya aplaude que se extradite a Puigdemont, mientras, de momento, advierte a las autoridades alemanas de que "carecería de sentido que quedara en libertad dados los antecedentes de su huida a Bélgica".

Eso sí. ABC, en su línea habitual, subraya que "no son mártires de un proceso político legítimo cercenado en una dictadura", sino que, apunta, se trata de "un grupo de presuntos delincuentes que ha pisoteado la legalidad de una democracia".

Ahora bien. Si Alemania, Escocia o Bélgica no facilitan la extradición de los líderes del procés, el rotativo mencionado tiene claro que eso significaría un "absoluto desprecio a la democracia española" y aprovecha la ocasión para aclarar que todo lo que se ha hecho hasta ahora en contra de los políticos independentistas ha sido con la finalidad de "impedirles dar un golpe de Estado en legítima defensa".

Búnker independentista

La editorial de El Mundo también celebra "el fin de la impunidad de Puigdemont" y critica a todos aquellos a quienes haya sorprendido la petición de la fiscalía alemana porque aseguran que han vivido "en el búnker cognitivo del independentismo" ya que, a su juicio, Alemania se está comportando como toca, como "un Estado de derecho de la Unión Europea ocupándose de un presunto delincuente requerido por un país socio".

El diario citado pone de relieve que, según su juicio, era "previsible" que la fiscalía de Schleswig-Holstein pidiera que se extradite al president "en lugar de entregarse a ensoñaciones de legitimidad asamblearia felizmente superadas en el siglo XXI".

Precisamente por todo eso, aplauden que Alemania "respalde el criterio de Llarena" y, en este sentido, subrayan que "nada debería impedir que Puigdemont sea entregado próximamente a las autoridades españolas para enfrentarse a su responsabilidad".

Pero lo peor llega al final del artículo, donde afirman que "el fin de su impunidad alivia a los europeístas que creemos en una UE capaz de defenderse del brote nacionalpopulista". De hecho, el diario citado dedica varios artículos de opinión a esta cuestión y reafirmándose en la idea de que "el golpe de Estado ha de tener [...] una respuesta judicial".

Propaganda 'indepe'

La Razón no dedica esta vez su editorial al caso catalán, pero sí distintos artículos. Entre ellos, destaca uno titulado "Puigdemont, más cerca de rendir cuentas", donde ya festejan la vuelta del president a España y subrayan que no había otra salida para la justicia alemana porque la reclamación española de extraditarlo tiene "peso argumental".

Al contrario de todos los demás, El Español critica con fuerza la "corriente de opinión" en Alemania de que Puigdemont es un "preso político", de que se están violando derechos humanos o que incluso pidan su asilo político porque, según su punto de vista, eso es solo una muestra más de que "el problema es que este ambiente favorable al secesionismo y sus mentiras no es privativo de los medios germanos, sino consecuencia de una corriente de opinión cada vez más presente en la prensa internacional".

Dicho de otra manera. Para el diario de Pedro J. Ramírez eso es fruto de "la propaganda secesionista" que brinda al mundo una "imagen falsa y tendenciosa de España" y atribuyen los argumentos de la prensa internacional a la "ignorancia sobre la realidad española".

El ala vandálica

El País, de su lado, dedica distintos artículos a la situación jurídica del president, donde explica qué puede pasar con él y los pasos que va siguiendo la fiscalía alemana. Este diario, sin embargo, va un paso  más allá y dedica un reportaje entero a hablar sobre los Comités de Defensa de la República (CDR) para referirse al "ala más vandálica del independentismo", así como al "activismo más violento".

En el escrito, se dedican a ir atribuyendo distintos actos violentos a los CDR, de quién destacan que tienen "una capacidad organizativa que sorprendió a todos" porque son los que "sacan a la calle a la masa del independentismo más radical llamando a la desobediencia".

Un día más, los diarios de Madrid llenan sus portadas con la cuestión catalana y, una vez más, aplauden la situación tanto de los presos políticos como de los exiliados porque, a su juicio, todos deben de ser procesados por acciones que, según ellos, son violentas.