El pacto entre el tripartito de centroderecha para gobernar Andalucía -y en un futuro quien sabe qué-, hace aguas prematuramente, una vez Vox ha amenazado con no dar apoyo a la candidatura de Juan Manuel Moreno si Partido Popular y Ciudadanos no reculan en sus intenciones de aplicar la ley de violencia de género y a su vez, PP y Cs han dejado claro que no piensan ceder en este aspecto.
La grieta es evidente porque puede poner en peligro la gobernabilidad de Andalucía y, en última instancia, forzar nuevas elecciones, pero también porque agua la estrategia de sacar a Pedro Sánchez de la Moncloa a corto plazo y sustituirla por un gobierno muy y mucho español que tendrá como primer objetivo de la legislatura liquidar el autogobierno catalán por medio de la aplicación del artículo 155.
Ahora bien, ante una situación que hace traquetear todos los planes de futuro de la derecha y la extrema derecha española, la prensa editada en Madrid aparentemente se ha fijado el reto de intentar pasar por encima de la crisis sin hacer más sangre de la necesaria.
Es por eso que este jueves es uno de aquellos días en que se constatan muy claramente las diferencias entre los diarios editados en Barcelona y los que se publican en la capital de las Españas.
A ver primero los catalanes: La Vanguardia, Vox exige a PP y Cs suprimir el plan antiviolencia machista; El Periódico, Vox desafía a PP y Cs con la violencia de género; Ara, Vox exige al PP y Cs cambios en la lucha contra la violencia machista y El Punto Avui, Vox hace bandera del machismo en Andalucía.
Vamos ahora a las portadas de prensa de Madrid: ABC y El País, no saben/no contestan, La Razón, La mayoría de los votantes de PP y Cs apoyan pactar con Vox, y en titular menos destacado, Vox frena el pacto en Andalucía: veta las medidas de violencia de género y El Mundo, PP y Cs desdeñan el órdago de Vox sobre violencia de género.
Al fin y al cabo, Vox ha lanzado un ordago que amenaza con hundir el pacto andaluz antes de que haya nacido, pero los diarios de Madrid lo intentan disimular, porque con todo, las bases del PP y Cs no parecen muy incómodas con un acuerdo que, por mucho que se intente ocultar, no tiene nada de centroderecha. Habrá que ver como evoluciona los próximos días este desafío machista para poder apreciar como la prensa española hace lo imposible por salvar los muebles cuando una de las dos partes del pacto, o PP y Cs, o Vox, acepten las condiciones del otro.