El presidente español, Pedro Sánchez, ha conseguido un premio de consolación a la cumbre del Consejo Europeo, que tenía que abordar los problemas sobre la energía causados por la guerra de Ucrania. El Gobierno no ha conseguido su objetivo de desacoplar el gas del recibo de la luz, hasta el punto que ni siquiera se ha llegado a discutir, y tampoco la idea de intervenir de lleno el mercado para cambiar el sistema de fijación de precios marginalistas, pero se le ha aceptado de forma genérica que España y Portugal tendrán un trato especial y serán consideradas una "isla energética". Eso abre la puerta a que los dos Estados puedan poner topes, de manera autónoma, al precio del gas en el mercado ibérico, para que repercuta en el precio de la electricidad, pero la Comisión Europea deberá autorizar las medidas concretas.

Sánchez reclamaba una adopción de topes de precio a la energía a escala europea, pero eso no ha sido aceptado por Alemania, Países Bajos y los países escandinavos, porque argumentan que el mercado energético europeo ha tardado 30 años en configurarse y no se puede desmontar así como así. Y de aquí se ha pasado a la idea de la isla ibérica, con el fin de permitir un cierto margen de maniobra a España y Portugal. Eso significa que los dos Estados podran ser una excepción para poner topes al precio de la energía. Pedro Sánchez i el primer ministro portugués, António Costa, han comparecido juntos en una rueda de prensa para defender el acuerdo final. "Nuestras conversas y las propuestas que hemos planteado a los ministros de Energía han fructificado en un acuerdo muy beneficioso para la península Ibérica. És un avance muy importante que nos dará más herramientas que las que teníamos ayer para responder a la crisis de la energía", ha dicho el presidente español.

 

"Hemos discutido al respecto de forma intensa. La península Ibérica tiene una situación muy especial, su mix energético tiene muchas renovables, eso es bueno, pero con pocas interconexiones. Por lo tanto, hemos acordado que será posible un trato especial para la península Ibérica para que pueda competir con esta situación específica y gestionar la electricidad", ha confirmado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al acabar el encuentro. El Consejo Europeo ha dejado a manos de la Comisión -el gobierno europeo- el diseño del mecanismo, para buscar la fórmula técnica, jurídica, más adecuada para la isla energética.

Sánchez ha estado especialmente nervioso durante la reunión del Consejo Europeo hasta el punto de que la cumbre se ha tenido que parar durante unos minutos por una rabieta del presidente español, cuando no se le ha aceptado una solución a escala europea para moderar los precios de la energía, por la oposición de Alemania, de Países Bajos y de los países escandinavos. La reacción del presidente español fue furibunda, coincidiendo con que se siente muy presionado por las protestas en la calle contra el alza de precios y entre acusaciones de que el Gobierno español no hace nada. Cuándo ha visto lo que pasaba en un tuit, todavía se ha encendido más. "Me voy a airear un rato a ver si encuentran una solución técnica", ha soltado Sánchez mientras abandonaba el encuentro, lo que ha forzado a hacer una pausa. En rueda de prensa, no se le ha ocurrido nada más que parafrasear la expresión juerguista "lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas".