El PP y Vox han descatalanizado definitivamente la Diada de Mallorca. Con su mayoría en el Consell, los dos partidos han aprobado el cambio de fecha oficial de la fiesta nacional de la isla: del 31 de diciembre al 12 de septiembre. Los partidos de la oposición (PSIB, Més per Mallorca y El PI) han votado en contra y han acusado a las formaciones de derechas de falta de rigor histórico, además del habitual anticatalanismo que los ha caracterizado desde el inicio de la legislatura. En cambio, el conseller de Presidència, Antoni Fuster, ha argumentado que la decisión cuenta con el apoyo de 28 de los 53 ayuntamientos mallorquines.

Tradicionalmente (y, oficialmente, desde 2016), la Diada se ha celebrado el 31 de diciembre para conmemorar la entrada de Jaume I en Madina Mayurqa el último día del año 1229 —la fecha fundacional de lo que hoy se entiende como pueblo mallorquín, con la entrada del catolicismo y la catalanidad en la isla—. Ahora, sin embargo, el españolismo ha decidido cambiar la fecha y celebrarla oficialmente el 12 de septiembre, supuestamente para conmemorar la sucesión de Jaume II y el inicio del Regne de Mallorca —cuándo el nuevo rey confirmó la Carta de Franquesa—.

El torpe intento del PP y Vox para descatalanizar la Diada de Mallorca
 

Fuster ha hecho referencia a tres informes de historiadores que avalan el cambio de fecha y que señalan que el 12 de septiembre de 1276 "se confirman los derechos y libertades del Regne de Mallorca", mientras que el 31 de diciembre "es la celebración que capitanea la ciudad de Palma, sin tener ningún sentido celebrar las dos fechas al mismo tiempo". Para más inri, uno de los documentos indica que el 31 de diciembre "la gente está más pendiente de la noche de Fin de Año".

El conseller de Presidència también ha reconocido que el cambio responde al cumplimiento de uno de los puntos del acuerdo de gobierno entre el PP y Vox, que "hace posible una sólida y estable" gobernabilidad. Así, el conseller de Vox David Gil ha defendido que "no es un acto de arbitrariedad política" y que proviene de "la mayoría de la población mallorquina personificada mediante sus ayuntamientos" —en referencia al apoyo de 28 municipios, poco más de la mitad—. Gil ha añadido que para la formación de ultraderecha celebrar la Diada el 12 de septiembre "no implica solo recordar el pasado, sino pacificar el presente y proyectar el futuro" y ha criticado "la manipulación de la historia con finalidades ideológicas" por partes de los grupos de la oposición a que rechazan la propuesta.

La falta de rigor histórico del PP y Vox

Ninguno de los argumentos ha convencido a la oposición. Por su parte, el conseller socialista Javier de Juan ha considerado que son "muy malos y mal trabajados", a la vez que ha criticado que la consulta en los ayuntamientos no ha llegado a los plenos municipales para debatirla con el resto de grupos políticos. Así, ha cargado contra el equipo de gobierno por utilizar su "poder absoluto" para cambiar la fecha y ha remarcado que "la idea que tienen de Mallorca es muy pobre y limitada".

El portavoz de Més per Mallorca, Jaume Alzamora, ha tildado los tres informes de "simples artículos de opinión" y ha asegurado que el cambio "solo se justifica como una decisión política". De la misma manera, ha criticado "la obsesión personal para recuperar tiempos pasados" del presidente insular, Llorenç Galmés. Finalmente, el portavoz de El PI, Antoni Salas, ha cargado contra las formas y ha pedido la creación de una comisión de expertos con entidades, asociaciones y la Universitat de les Illes Balears (UIB). De hecho, ha pedido que se repita la consulta en los ayuntamientos porque "28 municipios de 53 no es un consenso".

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