PP, Vox y Ciudadanos se han mostrado eufóricos con el desafío del Constitucional a Pedro Sánchez, que por primera vez en cuarenta años de historia ha ordenado suspender de forma urgente un debate parlamentario en las Cortes Generales. Los tres partidos de la derecha/ultraderecha han celebrado sin pensárselo dos veces la crisis constitucional desatada por el tribunal de garantías al haber frenado una votación parlamentaria, escudándose en una supuesta democracia que parece basarse solo en la guerra jurídica o lawfare. Con la decisión, los populares se aseguran mantener todavía más su mayoría conservadora a la institución.

Después de que un TC con mandatos caducados haya frenado la reforma judicial para renovarlo, el Partido Popular ha asegurado que "ha triunfado el estado de derecho" y que "la democracia ha salido fortalecida". "La justicia ha venido a decir que no todo vale en la política, que el Gobierno se saltó todas las líneas rojas y que este tipo de excesos no se puede permitir en un Estado democrático", ha asegurado la formación en una nota. También ha destacado que "el TC no se ha dejado influenciar por las presiones del Gobierno", mientras que sí que "ha amparado a los diputados del PP". "Pero ha hecho mucho más que eso: ha defendido todos los españoles y nuestro estado de derecho de la deriva autoritaria y antidemocrática de Sánchez", ha añadido.

La ultraderecha abraza el discurso del PP

El partido conservador ha recordado que "todos los poderes del Estado están sometidos a la Constitución", a pesar de negarse a renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) — un deber constitucional. "El estado de derecho es fuerte y habilita los caminos para poder defenderlo de los ataques incluso del gobierno y de los partidos del gobierno", ha lanzado, antes de desear que el ejecutivo estatal "acate la decisión y no siga metido en esta deriva, que lo ha llevado ya a calificar a los jueces de fachas con toga, a no respetar la separación de poderes y a arremeter y presionar en todos aquellos que ponen en tela de juicio su actuación". El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se ha limitado a repetir punto por punto todo este discurso en Twitter.

El ultraderechista Santiago Abascal (Vox) ha abrazado el discurso del PP y ha añadido que la decisión del TC "tendría que detener, de momento, el asalto de Sánchez". "Pero no hay nada ganado, porque sigue con su plan de perpetuarse. Es capaz de desoír al tribunal. Seguiremos trabajando para detenerlo de forma definitiva: moción y más acciones judiciales", ha expresado el líder ultra en Twitter. Finalmente, Inés Arrimadas (Cs) ha considerado que con esta crisis constitucional "gana la democracia y pierde Sánchez". "Es una gran noticia que el atropello de PSOE y Podemos a los derechos de los diputados sea frenado por el Tribunal Constitucional. El Gobierno y los partidos que le dan apoyo tienen que acatarlo y aceptar las reglas de la democracia", ha concluido en un tuit Arrimadas, cuyo partido tal vez no conseguirá representación a las siguientes elecciones.