El PP y Vox han cambiado Sant Jordi por Saint George en un municipio mallorquín, con una excusa bien torpe. Será en Calvià, donde a partir del 2024 se celebrará el patrón de Inglaterra y el Día del Libro quedará eclipsado por esta fiesta inglesa. ¿El motivo? "Agradecer la fidelidad del turismo inglés durante de los años", según ha justificado recientemente el ayuntamiento en una nota de prensa —que ha encendido las redes sociales—. En la imagen del anuncio, el alcalde Juan Antonio Amengual y el cónsul general británico, Lloyd Milen.

Si localidades como Magaluf y Palmanova no tenían suficiente con el turismo de fiesta, ahora pasarán a celebrar oficialmente una festividad extranjera. En el texto, el consistorio ha reconocido que "se trata de una tradición propia de Inglaterra" y que la festividad "funcionará como un elemento más de dinamización turística y con carácter desestacionalizador". Todo, "en la línea de la estrategia municipal 365 de organizar acontecimientos y acciones en las diferentes zonas turísticas del municipio fuera de la temporada alta". "Se pretende que la celebración sea un elemento cohesionador que pueda ser disfrutado por residentes y visitantes de todas las nacionalidades, así como lo es desde hace años la celebración de Saint Patrick (el patrón de Irlanda) en Santa Ponça", añade la nota.

Respecto al Día del Libro, el ayuntamiento gobernado por el PP y Vox ha asegurado "se realizarán acciones relacionadas con ambas conmemoraciones tales como la presencia de libros y escritores británicos, así como otras actividades complementarias tales como estands con productos ingleses y competiciones deportivas tradicionales de Gran Bretaña". Quien no sepa inglés parece que lo tendrá difícil para disfrutar del 23 de abril en Calvià.

Amengual hizo el anuncio en la feria turística de Londres World Travel Market, donde el cónsul general británico se mostró "agradecido". De hecho, Milen indicó que posiblemente podría incluso asistir a la celebración el embajador británico al estado español, Hugh Elliot. En cambio, el exalcalde de Calvià Alfonso Rodríguez ha criticado la polémica decisión del consistorio: "Una fiesta como Sant Jordi, con su vocación de convivencia y cultura del libro, y arraigada ya en Calvià, tendría que ser una ocasión para mostrarnos auténticos y hacer de nuestras tradiciones unas banderas de promoción turística, y no al revés".