Este es el cuarto domingo que la guerra en Ucrania ocupa la mayoría de portadas que encontramos en el quiosco. La guerra y el efecto que tienen en nuestro día a día protagonizan las primeras páginas de esta jornada en que nos han robado una hora de sueño y de luz. Un conflicto bélico que ha hecho pasar a segundo término cuestiones tan relevante como la crisis mayor vivida por el principal partido de la oposición a España, con la defenestración de su presidente, Pablo Casado, que en un abrir y cerrar de ojos fue fulminado. Ya nadie se acuerda del joven que pretendió convertirse en el látigo del gobierno de Pedro Sánchez y que fue abandonado por los suyos sin piedad.
Este domingo, sin embargo, el PP ha resucitado. El Mundo y La Razón calientan motores de cara al XX Congreso Nacional del PP que se celebrará el fin de semana que viene en Sevilla y donde Alberto Núñez Feijóo será elevado, ahora sí, a líder indiscutible del partido con el permiso, parece que sí, de Isabel Díaz Ayuso. Eso parece si nos creemos lo que asegura la nueva lideresa del PP de Madrid en una entrevista en El Mundo, dónde afirma que "la política de adultos llega al PP en el mejor momento", tirando una vez más una pulla a su eterno rival Pablo Casado, con quien coincidieron en las Nuevas Generaciones del PP. Según la madrileña, lo que le pasó a Casado no fue culpa suya ("había malestar al partido desde hacía tiempo") y asegura que las bases están deseando ayudar el futuro nuevo presidente para salir de estos cuatro años de pesadilla. ¿Pesadilla por los cuatro años con Casado de presidente? ¿Por los cuatro años de gobierno de Pedro Sánchez?
Talante Feijóo
Precisamente al presidente del presidente español se refiere el flamante futuro presidente del PP desde las páginas de La Razón, con aquel talante de hombre tranquilo y de orden que lo ha hecho valedero, ahora si, de la confianza de su partido. Feijóo, en estos momentos de crisis, lejos de la confrontación, se ofrece para dar apoyo al gobierno del PSOE y UP "para ajustar el gasto político y burocrático" (?). ¿Qué hay de las grandes reformas pendientes, como las del poder judicial? De eso, por ahora nada. Ni una palabra tampoco en el aval dado al PP de Castellano-León para permitir la entrada, por primera vez, de la extrema derecha de Vox en un gobierno. Eso sí, mucho y mucho talante en clave interna: piropos para Díaz-Ayuso, no sea que la lideresa se le gire en contra ("su reacción fue humana y desde el punto de vista político no tiene contestación" (?)) y dejar claro que su presidencia no será de ir preguntando quién es amigo y quién no lo es ("en el PP no sobra nadie"). Veremos cómo le va al todavía presidente de la Xunta de Galicia, porque el PP no es, ni mucho menos, una balsa de aceite. Como bien ya sabe Feijóo que hasta ahora se había mantenido bien alejado de la calle Génova.
