El gobierno municipal del Partido Popular de Palma de Mallorca pagó altos sobresueldos a policías para que espiaran a políticos. Las conclusiones de la investigación del caso Curach, según ha informado Público, aseguran que la formación creó una unidad de espionaje dentro de la Policía Local y la puso al servicio del control de las instituciones. Por eso, se les acusa de organización criminal mafiosa.
“Está perfectamente demostrada la existencia de una organización criminal que diseñó y ejecutó un plan con la finalidad de controlar ilícitamente la administración para poder servirse de ella y para poder utilizar sus poderes exorbitantes como instrumento esencial de sus actuaciones ilícitas se pretendía y se consiguió controlar totalmente determinados puestos de la administración, claves para sus intereses, para que actuasen en una pluralidad de hechos criminales”, expone el informe.
La táctica de los populares fue contratar “personas sin escrúpulos capaces de delinquir de forma constante y permanente y desafiar las resoluciones judiciales”. Este personal no tenia formación y no había pasado ningún tipo de prueba o oposición, sino que fueron escogidos a dedo. Estos “policías” cobraban unos sobresueldos mínimos de 1.700 euros brutos mensuales por espiar políticos, un caso similar al que uso el mismo PP en la Comuidad de Madrid.
Por todo esto, el informe considera que el gobierno creó una "organización criminal para valerse de ellos como instrumentos útiles e imprescindibles para sus propósitos delictivos".