El primer día del tercer grado o semilibertad de los presos políticos catalanes ya ha provocado la reacción de la derecha española. El primero en manifestarlo ha sido el Partido Popular, que considera de "auténtico privilegio la condición que tienen, que ha roto el principio de igualdad ante la ley" respecto de los otros encarcelados. Por eso, han anunciado que "denunciarán delante de quién haga falta" para que se les retire el tercer grado ya que los tildan de "personas que han abusado y han cometido un delito institucional" y centran el discurso en la figura, especialmente, del presidente de Òmnium, Jordi Cuixart.

Aparte de la denuncia, el PP también insiste para que la fiscalía general del Estado asegure que se respeta el principio de legalidad y estos cumplan las penas de prisión "conforme lo que dictó el Tribunal Supremo y sus premisas generales". El anuncio lo ha hecho el consejero de justicia del PP en la Comunidad de Madrid, Enrique López.

De "golpe de estado" y "el mayor ataque a la democracia" española definen el referéndum del 1 de octubre, por delante del terrorismo o los fraudes fiscales y la corrupción política. Desde la misma cuenta oficial del partido se han hecho eco de las palabras de López. A pesar de reiterar que el tercer grado "rompe con el principio de igualdad", el vídeo, de poco más de un minuto, en ningún caso justifica por qué se rompe con este principio. Hay que recordar que el partido, ahora liderado por Pablo Casado, siempre ha reiterado el respeto a las órdenes y lo que dicta la justicia. En este caso, sin embargo, han decidido hacer una excepción.