Todos los barones del Partido Popular estarán el viernes en Barcelona en la Conferencia de Presidentes convocada por Pedro Sánchez. Así lo confirman fuentes del PP a ElNacional.cat después de que el Gobierno haya cedido y haya aceptado incluir en el orden del día todos los temas que reclamaban desde las filas populares. “Nuestros presidentes han plantado cara al Gobierno y le han doblado el brazo”, celebran desde Génova. Las mismas voces subrayan que el presidente español “tendrá su foto”, mientras que los líderes autonómicos del PP tendrán sus “prioridades en el orden del día”. “En Barcelona, no se hablará solo de lo que el Gobierno quiere, sino de lo que los españoles necesitan”, remachan desde el entorno de Alberto Núñez Feijóo.
📝 Sánchez cede y acepta la agenda impuesta por el PP para salvar la Conferencia de Presidentes
La tensión ha ido escalando en las últimas horas hasta que el Gobierno ha confirmado que aceptaba todas las peticiones del PP y que incluiría sus demandas en el orden del día de la cumbre autonómica. “Si el Gobierno vuelve a dar un portazo vuelve a pasarse por el arco del triunfo el Reglamento y hace lo que le da la gana, veremos cuál es la respuesta que adoptan los presidentes de las comunidades autónomas”, reconoció ayer al mediodía Borja Sémper. Y el portavoz del PP dio carta blanca a los barones: “A la Dirección Nacional del PP, le parecerá bien la decisión que tomen los presidentes de las comunidades autónomas en respuesta a esta ignominia”. Esta mañana, desde primera hora, los líderes territoriales del PP han acentuado la presión dirigida a la Moncloa. El andaluz Juanma Moreno creía que era “difícil” ir a una reunión “sin orden del día” y el aragonés Jorge Azcón ha mostrado confianza que el Gobierno recapitulara: “No quiero ni pensar que incumpla el Reglamento”.
“Se van a incluir todos, hasta la última coma, en su absoluta literalidad”, ha anunciado la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría. “Entre otras cosas, porque nosotros creemos en la institucionalidad de este órgano y cumplimos con el Reglamento”, ha justificado. Sin embargo, ha acusado al PP de querer “entorpecer el diálogo” con una batería tan amplia de cuestiones y ha esgrimido que hay debates que “se tienen que abordar en otros órganos” y que “hay que ser respetuosos con la separación de poderes”. La primera reacción del PP ha llegado desde Madrid de la mano de Miguel Ángel García Martín, el número dos de Isabel Díaz Ayuso, que lo ha celebrado en X: “El Gobierno solo acierta cuando rectifica. A pesar de los intentos de silenciar la voz de las comunidades autónomas, se tendrán que abordar los puntos propuestos por las regiones del PP”.
Feijóo presume de músculo territorial: “Nos querían callados, pero nos tendrán exigentes”
Más tarde, en un acto en Logroño, Alberto Núñez Feijóo ha puesto en valor que la decisión del Gobierno “demuestra que la potencia autonómica del PP sirve para evitar que el presidente del Gobierno imponga su agenda”. “Nos querían callados, pero nos tendrán exigentes”, ha reivindicado el líder del PP. “Así funciona la democracia y el Reglamento [de la Conferencia de Presidentes]”, ha argumentado Feijóo, que ha destacado que ha sido el PP quien “ha obligado” a Pedro Sánchez a “hablar de lo que la gente reclama” y quien ha conseguido que el presidente español tenga que “escuchar las verdades que no quería oír”. “Nos retaron como si fuéramos las federaciones socialistas que le dicen que sí a todo, [pero] no nos hemos achantado”, ha concluido.
¿Qué temas estarán en el orden del día?
Tal como reclamó hace diez días, dos de los temas de cabecera que estarán encima de la mesa a instancias del PP tienen que ver con los pactos entre el PSOE y el independentismo: el control de fronteras y política migratoria como “competencia exclusiva” del Estado (como reacción al pacto entre Junts y el PSOE para el traspaso de las competencias en inmigración a la Generalitat) y la reforma de la financiación autonómica, con la inmediata actualización de las entregas a cuenta y la retirada del proyecto de ley de condonación de la deuda (acorada entre los socialistas y ERC).
Asimismo, se debatirá, tal como querían los populares, sobre el acceso a la vivienda y la lucha contra la ocupación y sobre la retirada de los proyectos de ley de reforma del Poder Judicial y del Estatuto del Ministerio Fiscal, impulsados por Félix Bolaños y que han levantado las críticas de las asociaciones de jueces y fiscales. Finalmente, también se hablará de un nuevo plan energético vinculado a “más seguridad e inversiones técnicas” en Red Eléctrica y en las energías de apoyo para “evitar un nuevo apagón”, de inversiones en infraestructuras críticas para afrontar el “caos ferroviario” y asegurar el transporte público y las comunicaciones, del “déficit” de profesionales sanitarios y de la financiación de la dependencia y del primer ciclo de educación infantil.
El PP tiene la sartén por el mango porque tiene la mayoría de las presidencias de las comunidades autónomas
El PP tiene la capacidad de controlar el orden del día de la cita porque el Reglamento de la Conferencia de Presidentes contempla, en el artículo 5, que se incluyan otros asuntos solicitados por la mayoría de los representantes de las comunidades autónomas, una proporción que supera con creces el PP, que ostenta trece de las diecinueve presidencias. El pasado miércoles, en el Comité Preparatorio, el ministro Ángel Víctor Torres no aceptó todas las demandas de los populares, que votaron en contra del orden del día y abocaron la Conferencia de Presidentes a un futuro incierto. Finalmente, el Gobierno se ha acabado autoenmendando. De hecho, en la última Conferencia de Presidentes, que se celebró en Santander en diciembre, el PP hizo el mismo movimiento y consiguió que se hablara de la financiación autonómica.