La Mesa de la Asamblea de Ceuta ha rechazado por unanimidad la propuesta de urgencia de Vox para revocar la declaración de persona non grata a Santiago Abascal y que aprobó esta cámara legislativa el pasado viernes. Curiosamente, el Partido Popular tiene mayoría en esta mesa, de manera que sus votos han sido decisivos para evitar incluir en el próximo pleno esta votación.

El presidente de la Mesa de la Asamblea de Ceuta es Juan Jesús Vivas (PP), mientras que la vicepresidencia primera corresponde a Cristina Pérez (PSOE) y la vicepresidencia segunda la ostenta Lorena Miranda, también del grupo popular. De esta manera, el Partido Popular tiene dos de los tres asientos que hay en la mesa de la cámara de Ceuta. A pesar de rechazarlo para el pleno de este próximo miércoles, la mesa insta al grupo parlamentario de Vox a volver a presentar la iniciativa para la próxima sesión plenaria.

Esta propuesta de urgencia la ha registrado este mediodía la formación de ultraderecha con la intención de que se pudiera votar mañana en la cámara y, de esta forma, poner contra las cuerdas al PP ante la "reparación" que desde Vox le exigen al partido encabezado por Pablo Casado por lo que consideran que fue "una agresión personal". La abstención del PP de Ceuta en la moción para declarar persona non grata a Abascal causó que Jorge Buxadé, vicepresidente del Comité de Acción Política de la formación de extrema derecha, anunciara este lunes que rompían relaciones con los populares.

El PP, "alineado con la izquierda"

En un comunicado después de que se haya conocido la decisión de no admitir a trámite la votación para revocar la declaración contra Abascal, Vox ha manifestado que el PP de Ceuta "sigue obstinado en mantenerse aliado con la izquierda y sometido al gobierno de Pedro Sánchez, aunque eso dificulte los acuerdos en las comunidades en las cuales Vox es necesario para mantener" los gobiernos encabezados por el PP.

Desde el partido de extrema derecha, consideran que "se podría haber permitido la votación en el pleno de mañana porque quien tiene la última palabra es la mesa, en la cual el PP tiene mayoría y está Juan Jesús Vivas al frente".

Casado intenta apagar el fuego

En las últimas 24 horas, las relaciones entre el Partido Popular y Vox han vivido un auténtico terremoto. La jornada del lunes empezaba con el anuncio por parte del partido liderado por Santiago Abascal de romper con el PP. Fruto de esta decisión, un buen puñado de representantes del Partido Popular salieron a calmar los ánimos y a dejar claro que no están a favor de los "señalamientos ni de los cordones sanitarios" porque son "despreciables". Estas palabras, de hecho, las pronunciaba Andrea Levy, concejala de Cultura, Turismo y Deporte del ayuntamiento de Madrid.

Levy iba más allá e indicaba que "no porque no te guste alguna cosa del adversario político lo que tienes que hacer es intentar señalarlo de forma totalitaria, creo que estamos en una democracia y eso se tiene que dirimir en el Parlamento y, posteriormente, en las elecciones, que votan a los ciudadanos".

Por su parte, el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha destacado este martes que a él no le gusta "con carácter general nombrar personas non gratas". Feijóo ha querido enfatizar que el PP "no incentivó ni propuso" la votación para declarar persona non grata a Abascal en Ceuta. El presidente gallego sostiene que "no es bueno entrar en descalificaciones personales a ningún político", pero que tampoco hay "que "exagerar" esta declaración. Para Feijóo, Vox sí que ha exagerado con esta votación.

Quien faltaba para pronunciarse era el jefe de filas del Partido Popular. Pablo Casado ha hablado de esta cuestión este martes y ha expresado que su formación "nunca ha levantado cordones sanitarios" y que "tampoco hemos demonizado a ningún partido democrático", en referencia a esta cuestión.

 

Imagen principal: Santiago Abascal, en una rueda de prensa en los exteriores del Congreso de los Diputados. Europa Press.