Después de reunirse este lunes con Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados, Inés Arrimadas no se ha movido de sus exigencias: una gran coalición del PSOE, el PP y Ciudadanos —estos últimos en realidad serían prescindibles— para evitar un gobierno con Podemos y el apoyo de ERC. A pesar de todo, tanto el candidato a la investidura como Pablo Casado le han cerrado la puerta en los morros: esta "vía de los 221 escaños" no tiene vías de prosperar.

En una rueda de prensa después de la reunión de este lunes, la líder de Coidadanos ha admitido que "el señor Sánchez ha insistido en que tiene un acuerdo con Podemos" y que no se mueve de aquí. No obstante, Arrimadas ha garantizado que "si él rectifica y da el paso, esta vía constitucionalista se puede abrir. Lo ha contrapuesto al "gobierno del insomnio y radical" con Pablo Iglesias y el independentismo catalán. "Espero que el señor Sánchez recapacite", ha deseado.

En paralelo, Pablo Casado, que se ha reunido antes con Sánchez. también ha rechazado la llamada "vía Arrimadas" —gran coalición—, que ha dicho que sería "jugar de farol". En cambio, ha señalado que hay dos alternativas para "evitar el apoyo de ERC". La primera, un gobierno en solitario con los apoyos de Unidas Podemos y Ciudadanos. La segunda, un gobierno en solitario con el apoyo de los partidos de izquierdas y regionalistas y la abstención de Ciudadanos. "Tendemos la mano a la gobernabilidad, pero no podemos dar apoyo a una investidura con Podemos", ha insistido.

En su reunión con Sánchez, la dirigente de Ciudadanos le ha entregado un documento "con cuatro bases" para el acuerdo, y ha expresado su "disposición a ceder". El primer punto, pactar los pactos de Estado, los presupuestos y las leyes más importantes entre "partidos constitucionales". El segundo, un pacto nacional por la Educación. El tercero, que "la crisis no vuelva a recaer en las clases medias". Y el cuarto, una reforma electoral "para que haya un porcentaje mínimo" y partidos como ERC queden fuera del Congreso.

Ronda amplia de contactos

Pedro Sánchez y Inés Arrimadas se han reunido durante más de una hora en el Congreso de los Diputados, después de que el candidato a la investidura haya hecho lo mismo con Pablo Casado. Los dos encuentros, que no han fructificado, se enmarcan en el marco de la amplia ronda de contactos de los socialistas de cara a la investidura, que llevará a Sánchez a hablar por teléfono con el president Quim Torra y el resto de presidentes autonómicos. La llamada con Urkullu será mañana a las 9 y con Torra en las 9:15.

En paralelo, esta semana, la portavoz socialista Adriana Lastra iniciará una ronda de encuentros con todos los partidos, excepto Vox, que se ha autoexcluido. EH Bildu sí que está dispuesto a participar, mientras desde la CUP no aclaran qué harán.