Este lunes, uno de los cinco sotaneros decía en un tuit que "ha llegado un punto en el cual, por más locuras que piense, es imposible acertar qué ocurrirá en el siguiente capítulo", en relación con el caso Rubiales, el presidente de la Federación Española de Fútbol a quien ya todo el mundo —excepto su familia— quiere fuera de este organismo. El humorista se sorprendía que la madre del mandamás futbolístico se haya declarado en huelga de hambre en protesta por "la cacería inhumana y sangrienta" de su hijo. El martes por la noche, The New York Times tenía la cosa como segunda noticia en la web. El mismo día, una periodista británica preguntaba a la vicepresidenta del Gobierno (en funciones) si consideraba este incidente un retrato de la sociedad española ("No. La sociedad española está muy avanzada", arranca la respuesta). Incluso el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, Volker Turk, y el portavoz de la Secretaría General, Stéphane Dujarric, se han puesto al lado de Jenni Hermoso, a la jugadora a quien Rubiales besó en la ceremonia de entrega del trofeo de campeonas del mundo de fútbol a la selección española.
Es todo tan esperpéntico. La mayoría de diarios ya no sigue el tema en portada y la mayoría de los que lo hacen lo dan pequeño. El Mundo y ABC, sin embargo, aprovechan para confundir el culo con las vacaciones y aprovechan para subirse a la montaña para castigar el Gobierno (en funciones) porque —dicen— el ministro (en funciones) Iceta insistió a su colega Díaz (en funciones) que bajara el volumen de sus críticas a Rubiales. "Codazos entre socios", clama ABC. El Mundo titula con un deje de escándalo.
Es significativo que ambos diarios abran portada con esta delicada manufactura del periodismo político el mismo día que se tienen que encontrar Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo al Congreso para hablar de la investidura del presidente del Gobierno. Es la batucada con que quieren esconder la indiferencia y la desgana que les suscita el encuentro de candidatos. Vienen a decir que la reunión no es interesante ni principal, quizás porque ya la han marcado con el fracaso. La gracia es que estos mismos diarios han vendido la candidatura fantástica de Feijóo como la única posible y legítima, han aplaudido y elogiado al rey por la decisión de designarlo y procuran pintar la alternativa de traición a España, gobierno ilegítimo, cobardía y oportunismo, etcétera, etcétera. Portadas que hacen ruido con Rubiales porque no quieren aceptar la realidad política. La Razón sí que abre con el encuentro y explica la propuesta del PP: "Gobierno de concentración para frenar a Puigdemont". En Waterloo enmarcarán esta página.
Destacable El País abriendo con el enésimo incidente en Gibraltar en que barcos británicos entran en aguas territoriales españolas y el resto ya sabes: protesta diplomática, aspavientos solemnes, amenazas, acusaciones, lamentos. Gibraltar es el tema comodín más famoso de ABC para el mes de agosto o para cuando conviene desviar la atención, cosa que Quioscos & Pantallas ha documentado de manera fehaciente. Estamos muy acabados si el diario español de referencia copia esas artes del tabloide monárquico.
