Reporteros Sin Fronteras (RSF) presentó ayer su informe anual sobre libertad de prensa en el mundo. España ocupa el 29.º lugar entre los 180 países evaluados. En España "persiste el clima de polarización, que incluso se intensifica en la vida política y en el posicionamiento de los medios de comunicación desde la llegada al poder de la coalición del PSOE y Unidas Podemos". Además, "en 2020 se ha detectado una creciente opacidad de los partidos y de todas las instituciones del Estado". Todo ello "erosiona la confianza de la sociedad en los periodistas y refuerza el discurso de odio contra la prensa", dice RSF.
El informe no especifica el origen del "clima de polarización", pero en su descripción encaja perfectamente la actitud de unos cuantos medios de comunicación. Hoy es un día tan bueno como otro para mostrarlo. ABC, por ejemplo, abre portada diciendo a toda plana: "Sánchez renuncia a someter al CGPJ, obligado por Bruselas". Renuncia. Someter. Obligado. Verbos fuertes, cargados de agresividad, manchados de cierta violencia semántica. Son términos interpretativos: no sólo describen la acción sino que la valoran. Expresarse de esta manera va más allá de la explicación imparcial que se supone a las noticias. Esa forma de exponer los hechos inquieta, crispa, cabrea, molesta, insulta, humilla. Se utiliza tan a menudo que resulta complicado no ver en ella un propósito deliberado de inquietar, crispar, cabrear, molestar, insultar, humillar.
Títulos comparados
¿Cómo titula el mismo tema El País, diario que se mira con el ojo derecho al actual gobierno español? Dice: "El Gobierno se apoya en la UE para urgir al PP a renovar el CGPJ [el Consejo del Poder Judicial]". Este es el título de la versión impresa. Sí, no se entiende ni cascajo, porque complica la frase al querer señalar sí o sí al PP como responsable del embrollo político-judicial. La web, al menos esta madrugada del miércoles, llevaba otro más claro: "Bruselas pide al Gobierno y a la oposición un pacto para que los jueces elijan el 50% de los miembros del CGPJ". Nada de renunciar, someter, obligar. Nada de señalar responsables a unos para favorecer a otros.
Y así cada día. Siempre. Ahora unos, ahora otros, muy especialmente los diarios de Madrid. ¿Cómo pueden vivir en este tipo de altos hornos informativos? Pues allí viven, como viven en el fondo de los océanos esas bestias abisales, espantosas y ciegas. Sobre todo ciegas. Los matinales de radios y televisiones toman el relevo de las portadas en los contenidos, el tono y la forma y multiplican su efecto. Un día y otro y otro más. Cada día. Cada día. Cada día. ¿El resultado? "Clima de polarización", "desconfianza","discurso del odio". Claro. No podía ser otro.
El ERE de CaixaBank
¿Suena todo eso muy académico, muy naïf? Tal vez. Es verdad, la democracia liberal, la representativa, la que delibera —la que dicen que tenemos—, contiene un cierto grado de griterío, de alboroto, de teatralización. De vez en cuando es confusa, desarreglada, turbia. La gente nos enemistamos, debatimos, nos enfrentamos. Tardamos décadas en dominar sus mecanismos. Tardamos en aceptar que esos tienen tanto derecho y razones como aquellos y que es bueno ponerse de acuerdo —aunque sea en no estar de acuerdo—. Instrumentos como los tribunales, los Parlamentos y los diarios están llamados a contribuir a ese acuerdo, cada uno a su manera, profesionalmente. Quizá podría notarse un poco más. Al menos en las portadas.
Bonus track 1. La Vanguardia ofrece hoy una exclusiva magnífica: el contrato de la Unión Europea con el fabricante de vacunas norteamericano Pfizer, que ha desarrollado una ingeniada por dos investigadores alemanes en un laboratorio alemán —es decir, europeo—. Es la vacuna más cara (15,50€ por dosis y no 12€ como se había dicho) y exenta por contrato de cualquier responsabilidad ante la justicia. En algún momento, Ursula Von der Leyen y compañía nos lo explicarán. Bonus track 2. El País es el único diario que abre la portada con el ERE de CaixaBank, que afectará a 8.291 empleados. Es el despido más masivo de la historia de la banca española. El segundo mayor en Catalunya desde 1975. El tercero en España. El País lo considera la noticia del día. Los otros diarios, no.
