La rabieta de los diarios españoles antigubernamentales es destacable. La causa del cabreo es que Pedro Sánchez ha conseguido sumar otra vez la mayoría de la investidura para hacer entrar en debate el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE). Ni ERC ni Bildu ni el PNV han presentado enmiendas a la totalidad y suman suficientes votos para rechazar las que presentará la oposición. La consecuencia es que los diarios del Trío de la Bencina se han apresurado a buscar a algún titular de primera página que esconda este éxito de la Moncloa, que es, objetivamente, la noticia política española de este viernes. El Mundo ni la publica en portada, donde exagera la nota con un tema sensible —las hipotecas— y pone todos los verbos, nombres y adjetivos en la parrilla del sensacionalismo: "encarecerse a niveles de la gran crisis" (quiere decir la de 2008-2012); "pulverizar récords"; "se dispara"; "escalada"; "previsible nuevo aumento", etcétera. El apocalipsis. El hundimiento. El fin del mundo.
L'ABC tampoco la publica en su primera. Se ingenia unos datos del Instituto Nacional de Estadística que pintan un panorama oscuro para la economía española, cosa que ya habían adelantado los organismos internacionales que se ocupan de esas cosas. La Razón honra su nombre y hace la portada más razonable: explica los buenos resultados de los negociadores del gobierno español y saca la consecuencia: los PGE saldrán adelante. Es el único diario del Trío que no engaña a sus lectores, porque es un engaño esconder la noticia más importante del día aunque no cuentes ninguna mentira en portada. Es trilerismo periodístico. Bien, si no es un engaño es una demostración de incompetencia colosal, cosa que resulta muy difícil de creer porque la suerte de los PGE no es ningún secreto.
Por otro lado, los diarios que se miran con cariño al gobierno español se ríen por debajo de la nariz. Cada uno destaca la interpretación que más le conviene. El País recuerda que se mantiene el bloque de la investidura, una manera de decir al mundo que se trata de un ejecutivo sólido y bien apoyado en el Congreso, no de un "gobierno ilegítimo" donde los socios y aliados se pelean cada día en una subasta para ver quién vende España más barata. La Vanguardia remarca que Pedro Sánchez "exhibe estabilidad", uno de los conceptos fetiche de este diario, a la altura de otros en la misma línea como "pacto", "diálogo", "puentes", "concordia", "entendimiento" y etcétera, que son para la cabecera de los Godó el equivalente al sonido de la campana para el perro de Pàvlov, como ya se ha dicho aquí unas mil veces —y perdona la reiteración. El Periódico también insiste en su tótem particular y lo explica diciendo que ERC y el gobierno español mantienen la "sintonía", la proximidad y el buen rollo, nociones que alegran el corazón y hacen bailar el alma del diario de los Moll. Tanto El Punt avui como Ara no dan mucha importancia al asunto ni se lo miran con tanto entusiasmo, pero lo tienen en portada.
