Las portadas de El País y de La Vanguardia parecen la baza de juego de cartas donde uno de los contrincantes juega una carta muy buena y el rival le replica con una más valiosa todavía. El diario madrileño dice que las próximas elecciones generales españolas "definirán el modelo de país" y el diario barcelonés sube la apuesta y afirma que "definirán los equilibrios europeos". Serán unas elecciones definitivas, vaya. Son expresiones determinantes, categóricas, concluyentes. Ninguno de los textos de portada de El País argumenta ni justifica el título principal. En el editorial se queja de que el PP haya vuelto al cainismo del "España o Sánchez", no tolere la pluralidad de la gente e ignore los riesgos de pactar con Vox. La Vanguardia, en cambio, se esfuerza un poco. Dice que si gana el PP, España consolidará "la oleada conservadora" y dará vuelo a la derecha europea a quien no incomoda sumar con la extrema derecha.

Podría ser. Hasta ahora, sin embargo, nunca unas elecciones generales españolas han definido nada en Europa —¿tal vez las de febrero de 1936?— y más bien da la impresión que tanta solemnidad y énfasis de La Vanguardia es solo para vestir la mona de los pactos futuros del PP con Vox como cosa normal y homologable dentro de la UE, confundiéndolo con esta confluencia narrativa de "la oleada conservadora", donde da igual Orbán como Meloni, Demócratas de Suecia como el Reagrupamiento Nacional francés. Falta finezza en este relato, quizás porque los hechos no acaban de acompañarlo. Ara promete en portada una pieza menos especulativa y opinada sobre los votantes de extrema derecha en la ciudad de Barcelona ("Por qué voto Vox"). Es una actitud diferente: proveer los hechos y dejar que los lectores definen el alcance de las elecciones y del momento político.

Las cuatro portadas catalanas y la de El País publican la foto del Barça femenino saliendo con la Champions ganada con un remontamiento épico. Los diarios de Trío de la Bencina no, claro. Solo El Mundo hace una promo bajo la cabecera. A la media parte, las azulgranas perdían 0-2 y parecía que repetirían la historia de 2019 y 2022, dos finales perdidas casi sin disputa por dejarse marcar goles demasiado pronto. Este año no. El equipo cambió el esquema y la actitud y se comió a las mujeres del Wolfsburg 3-2. Quizás esta capacidad de adaptarse a la adversidad, mirarla de cara y combatirla hasta cambiar el juego y el resultado sirve de modelo de cara a las elecciones generales de este mes de julio.

Un último apunte. El Mundo entrevista a Eva Kaili, la exvicepresidenta del Parlamento Europeo implicada en el Qatargate. Kaili dice que España espió al comité de eurodiputados creado para estudiar el caso Pegasus —la versión local es conocida como Catalangate— y que España fabricó pruebas contra ella. Al margen del valor que tengan estas acusaciones y la autoridad de quien las formula, tiene gracia que ese diario les dé tanto vuelo. Cuando los espiados y perjudicados son los líderes o personalidades independentistas catalanes no dedica tanta portada ni tanto interés. Quizás el diario ha cambiado de actitud. ¡No te rías!

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