Dando un repaso a las portadas de hoy queda demostrado una vez más que hay quien cuando la jugada no le acaba de salir bien, lo esconde y calla. Esto es lo ha pasado con el caso Dina, ¿lo recuerdan? Se trata del caso abierto a raíz del robo de móvil de la asistente de Pablo Iglesias cuando era eurodiputado, que empezó con el líder de Podemos como perjudicado (víctima y denunciado) y que acabó siendo investigado. Pues esta causa, que ocupó decenas y decenas de portadas en los periódicos del Trío de la Bencina (©tonipique) y fue utilizado sin ningún tipo de pudor para desprestigiar al entonces líder de Podemos, ha sido archivada este jueves por el juez García Castellón, que ha fracasado en su intento de imputar a Iglesias. Pues ya pueden ir buscando en la primera plana de El Mundo, ABC o La Razón que no encontrarán ni una referencia. Un modo de hacer al que ya nos tienen acostumbrados.

Persecución mediática y judicial

El origen de este caso, como todo lo que huele a podrido en la política española de los últimos años, está en el excomisario Villarejo, cabecilla de la policía patriótica orquestada para torpedear al independentismo y también, como ha denunciado en numerosas ocasiones Pablo Iglesias, a Podemos, la fuerza que consiguió no solo romper con el bipartidismo, sino llegar a ocupar la vicepresidencia del Gobierno. Conversaciones con Pablo Iglesias que estaban en un móvil robado en el 2016 a Dina Bousselham empezaron a ser publicadas en digitales como OKDiaro, El Confidencial y también en El Mundo, y después fueron encontradas en memorias USB en casa del excomisario y en el 2019 se judicializó el asunto con el líder de Podemos como perjudicado. El giro que dio el caso gracias al juez García-Castejón constituye un hecho digno de estudio.

De causas judiciales abiertas contra Podemos se cuentan a espuertas: Venezuela, Irán... Hasta diecisiete se pueden contar, y ninguna de ellas ha llegado a buen puerto. Ahora bien, solo hay que consultar la hemeroteca (o Google si lo prefieren) para comprobar como desde algunos juzgados se ha ido de la mano con el Trío de la Bencina y sus radios y digitales afines, para perseguir a los "perroflautas del Gobierno". De estas causas, algunas todavía se encuentran muy vivas, como la del caso Neurona, donde Podemos está imputado acusado de falsear contratos con la consultora mexicana Neurona por servicios durante la campaña de las generales del 2019. La investigación se ha prorrogado aunque la fiscalía no ve ningún delito. Como ha pasado con el caso Dina, el juez está empeñado en ver lo que no hay.

Campaña de acoso y derribo

La campaña de acoso y derribo contra Podemos, como pasa con el independentismo, desde la prensa de la derecha y la ultraderecha española es de juzgado de guardia. Presenta a esta formación y sus líderes como criminales de baja estopa, los expone al juicio público y los condena sin ningún tipo de prueba. Desprestigiando y enfangando al servicio de una cierta ideología. Como ha pasado con el 1-O, con los líderes del procés... Haciendo propaganda más que periodismo.

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