Muy complicado lo tiene la ministra de Igualdad, Irene Montero, a quien no quedará más remedio que aceptar que la ley del "sólo sí es sí", pesar a sus buenas intenciones, es una chapuza jurídica que tendrá que ser reformada, cosa que tendrá un coste político que las urnas se cobrarán, mucho o poco. Quizás también le cuesta el ministerio, ya veremos, porque dicen los diarios que Pablo Iglesias, su pareja y referente de Podemos, ha saltado como un muelle en defensa de la ministra y a criticar el silencio de la vicepresidenta Yolanda Díaz, a la que él mismo invistió sucesora suya a efectos electorales en la coalición Unidas Podemos.
Claro, los diarios del Trío de la Bencina hacen un festival. El Mundo dice que el fiasco de la ley ha provocado tal "frustración" que "amenaza con reventar Podemos". ABC, más moderado, habla de "tensión". La Razón y La Vanguardia dicen que Iglesias ataca a Díaz con mucha inquina y severidad. No pinta nada bien. encima, los aliados parlamentarios del gobierno español ya han pedido reformar la conflictiva ley, según El País, mientras que el ministerio de Igualdad se blinda y culpa a los jueces de aplicar la ley de manera torcida para hacerla fracasar, según El Periódico.
Es también destacable la diferencia en el trato que dan los diarios al hecho de que el Mundial de Qatar esté más que manchado por los más de 6.000 operarios muertos en la construcción de los estadios y otras infraestructuras necesarias para que se dispute el campeonato de fútbol. La Vanguardia publica en portada una poética postal —parece una foto preparada— y habla de "mundial de contastes", expresión que recuerda los eufemismos del tardofranquismo, cuando a los partidos se les llamaba "asociaciones políticas", a la huelga "conflicto laboral" y para hablar de la discusión libre se utilizaba la expresión "contraste de pareceres", mientras se advertía del peligro de "confundir libertad y libertinaje".
El Periódico, para explicarlo, titula, más contundente, "Un Mundial con la pelota sucia" y habla de "corrupción, muertes y vulneración de derechos". Todo llega tarde, pero mejor tarde que nunca. Quizás peor es El Mundo, que celebra los "estadios innovadores con sello español" de Qatar, porque, claro, el patrioterismo espanyolero, siempre macarra y administrativo, es más valorado que millares de vidas. El mejor de todos en este terreno ha sido Ara, que el domingo pasado publicó un reportaje largo y en detalle del atentado a los derechos humanos que es este Mundial de fútbol.
