Este miércoles es La Razón quien hace sonar la alarma en portada: el objetivo de Puigdemont es la ley del referéndum. Qué novedad. Otros días han sido ABC y El Mundo los encargados de gritar que viene el lobo independentista y que la debilidad parlamentaria obligará a Pedro Sánchez a tragarse esta iniciativa igual que la ley de amnistía. Es una nueva forma de pintar implícitamente al presidente del gobierno español como un muñeco en manos de sus socios independentistas. Mientras el diario del Grupo Planeta toma el relevo de sus colegas del trío de la bencina, los otros dos vuelven a gritar en portada contra el fiscal general del Estado. Esta vez para acusarlo de impedir un informe contra la ley de amnistía que los fiscales de la conservadora Asociación de Fiscales del Consejo Fiscal quieren votar en este organismo. ABC y El Mundo lo presentan como si ese papel representara la opinión general de los fiscales. En realidad, es la opinión de los seis fiscales conservadores del Consejo, espoleados por la mayoría del Partido Popular en el Senado, que reclama la elaboración del informe en cuestión. El fiscal general se opone porque el Consejo Fiscal no tiene competencias para hacerlo —pero esto no se cuenta en portada, sino que se tacha al fiscal general de insolente y tirano.
Otra noticia destacable es la que abre la portada de El Periódico y a la que El País concede espacio destacado. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha condenado a Suiza por vulnerar los derechos humanos por incumplir sus propios objetivos de reducción de emisiones de efecto invernadero, una de las causas principales del calentamiento global. La condena es poco más que una declaración, porque no comporta penas ni sanciones, pero es un precedente notable, porque considera que los gobiernos están legalmente obligados a cumplir sus objetivos de protección del clima en virtud de la carta europea de los derechos humanos y "los datos científicos indiscutibles". Dicho de otra manera, si un gobierno no cumple sus compromisos contra el cambio climático, contraviene los derechos humanos. Eso da argumentos a los colectivos ecologistas —y a quien se sume— para presionar a sus gobiernos. Como muchos países incumplen sus objetivos climáticos, esta sentencia del TEDH podría animar a más ciudadanos a demandar a sus estados.
Van muchos días que las portadas no se hacen eco de la guerra en Ucrania y esta noticia quizás valía la pena. La red de saboteadores de la inteligencia militar ucraniana en el norte de Rusia —o sea, muy lejos de las fronteras de Ucrania— ha vuelto a golpear y ha dejado muy averiado el portamisiles ruso Serpukhov, anclado en el puerto de Kaliningrado, el pequeño territorio controlado por Moscú que toca al mar Báltico, Polonia y Lituania. El canal de Telegram de la inteligencia militar de Ucrania (GUR) ha publicado un vídeo, fechado el 7 de abril, en que se ve un incendio en la sala de máquinas del barco ruso y también una especie de plano del barco que se usó para identificar el mejor punto para iniciar el fuego. El incendio ha dejado "inutilizado" el Serpukhov y "completamente destruidos" sus sistemas de comunicación y automatización, según el GUR.
