Qué contraste las portadas de este jueves entre los diarios obsesionados con la politiquería electoral —la falsa resurrección de ETA, la lectura mágica de encuestas, etcétera— y los diarios que abren con informaciones sobre la caída de la natalidad, la crisis climática o las condiciones laborales, asuntos de los que la política, especialmente en campaña, debería ocuparse. Los paranoicos de las elecciones, mira por dónde, son los del Trío de la Bencina —no se podía saber—, obsesionados con echar por lo civil o por lo criminal al gobierno español de coalición PSOE-Unidas Podemos. El Mundo se agita porque los numeritos no cuadran y el PP necesitará a Vox en Madrid, tanto en el ayuntamiento como en la comunidad. Deben ser nervios imaginarios o lágrimas de cocodrilo porque, hasta ahora, la perspectiva de una coalición con ultras no ha preocupado nada al diario. La Razón y ABC rascan el fondo de la olla de ETA, Bildu, el PSOE y tal. La fiscalía no ha admitido una denuncia sobre el caso porque no ve ningún delito, pero aquellos diarios erre que erre aunque ETA —como la República Catalana— no existe (idiotas).
Los que te dicen que hay otras cosas más importantes son el resto de diarios. La Vanguardia y Ara explican que los españoles y los catalanes no tenemos hijos, que la tasa de natalidad ha caído un 11% en Catalunya, un punto menos en España. El Periódico apuesta por abrir con los ensayos de la semana laboral de cuatro días en 41 empresas, once las cuales son catalanas y solo dos madrileñas, quizás porque estas ya no necesitan experimentos sobre trabajar menos, si hacemos caso a alguno de los chistes que, inevitablemente y sin mala fe, te acaba de venir a la cabeza acerca de las diferencias en la laboriosidad de catalanes y madrileños. (Es broma eh).
Más en esta línea. El País y El Punt Avui se hacen eco de la alerta de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de la ONU: es probable que las temperaturas globales aumenten hasta máximos históricos los próximos cinco años, impulsadas por el calentamiento global causado por el hombre y uno por el patrón climático conocido como El Niño. Hay un 98% de probabilidades de que al menos uno de los próximos cinco años supere el récord de temperatura de 2016, el año más caluroso del siglo. La temperatura media del periodo 2023-27 será la más cálida nunca registrada en un periodo de cinco años. "Eso tendrá repercusiones de gran alcance para la salud, la seguridad alimentaria, la gestión del agua y el medio ambiente. Tenemos que estar preparados", ha dicho Petteri Taalas, secretario general de la OMM. Incluso pequeños aumentos de temperatura pueden agravar las olas de calor, los incendios forestales, la sequía y otras calamidades, según los científicos.
En fin, que vienen malas. Otra más: el diario The Wall Street Journal alerta de que la tasa de mortalidad entre los jóvenes de uno a diecinueve años aumentó un 10,7% en Estados Unidos entre 2019 y 2020, y el año siguiente un 8,3% más. Es el incremento más alto en medio siglo, según estadísticas del Journal of the American Medical Association, una publicación científica de referencia. Lo atribuye al alza de la cifra de homicidios, sobredosis, accidentes de coche y suicidios, acelerada no tanto por el covid-19 sino por el agravamiento de los problemas de salud mental —ansiedad, depresión...— asociados a la pospandemia. En el caso de EE. UU. contribuye el fácil acceso a las armas de fuego, la conducción peligrosa y drogas más letales. Es fácil pensar que este fenómeno, mutatis mutandis, no tardará en llegar a Europa si es que no ha llegado ya. ¿Algún político habla o se ocupa de ello? Al menos hay diarios —el llamado Cuarto Poder— que ya le dan portada. Enhorabuena. Ahora conviene que empiecen a ajustar las cuentas con los otros poderes —políticos, económicos, sociales...— que deberían ocuparse de ellos más que nadie y están en la luna de Valencia.
