Un antiguo director del Daily Mirror —un tabloide británico de línea laborista, no muy visceral— decía que una portada no puede repetir tema más de tres días seguidos, salvo material tipo atentado a las Torres Gemelas de Nueva York. Insistir demasiado en el mismo asunto era kiss of death, el beso de la muerte, según él. En los diarios de Madrid y Barcelona ya ha desaparecido de portada el debate sobre el estado de alarma y el valor de la restricción de derechos y libertades en el combate a la pandemia, etcétera. Una actitud tabloide.
Entre los diarios de Barcelona, sólo Ara y La Vanguardia, en unos subtítulos medio perdidos, se hacen eco de la confusión organizada entre el conseller de Treball y la consellera de Presidència sobre el teletrabajo. Al menos El Punt Avui va de cara a gol con el repunte de los ERTE y las cifras de paro, que se salen de nuevo.
Sánchez, malote
El resto de portadas se dedican a los presupuestos generales del Estado en un tono que va desde el peloteo de El Periódico y de El País y la tradicional preocupación de La Vanguardia por el destino fiscal de las rentas altas, hasta el mareo antigubernamental de El Mundo, que no se entiende si se queja porque "grandes empresas y ricos" pagan pocos impuestos o si acusa al gobierno central de incoherencia porque, siendo "socialcomunista", les hace pagar poco. ABC no se ha animado a llevar los presupuestos en portada porque tenían que rescatar Venezuela y denunciar otro escandalete donde Pedro Sánchez vuelve a interpretar el papel de malote.
Los titulares presupuestarios no se entienden mucho. Todos parece rutinarios y no tienen gracia ni filo. Ni La Razón, que pone en circulación el concepto "impuestazo". ¿Qué esperaban en un año como este? Pues lo que explican La Vanguardia y Ara: un gasto récord. Obvio. El País se lo echa al lado político para sacarles jugo y dice que son unas cuentas hechas para mantener la coalición de gobierno. Vaya, qué novedad. El Periódico intenta mezclar la parte de cifras (más gasto anti-COVID) y la parte de política (necesitan más apoyos parlamentarios) y le sale un titular Frankenstein. Nada. Hoy no tenemos el día.
