El traslado de los restos de Franco es el asunto que ocupa la mayor superficie de portada del día. Antes, sin embargo, vale la pena comentar la portada de El Mundo, que insiste en fabricar el relato de que el Gobierno está tras los CDR, que la tarea de los CDR es promover "acciones violentas" y que Catalunya y el independentismo —ellos no hacen distinciones— son un nido de terroristas en potencia. Todo eso gracias a los recortes de la investigación que siguen la Audiencia Nacional y la Guardia Civil. Al final resulta que se trata de "indicios", concepto ligero que no les impide abrir la portada a todo trapo.

El historial de este diario en este caso es bien triste. Ya hicieron correr que los CDR detenidos habían sido filmados por la Guardia Civil haciendo pruebas de explosivos en una cantera. Hicieron circular que una hermana de Puigdemont hacía de intermediaria entre los CDR y los presidentes Torra y Puigdemont. Ni una cosa ni otra figuran en el sumario.

Ni la Audiencia ni la Guardia Civil se han quejado de las filtraciones —deben tener unos agujeros tamaño túnel del Montblanc—, pero como el diario insiste en atribuirles las mistificaciones que publica, no es exagerado pensar que ya les viene bien o que ni juez ni cuerpo armado les otorgan mucho relieve. Si lo tuvieran no habrían ido a parar a la portada del diario —para no perjudicar la misma investigación. Sería, además una negligencia delictiva de los funcionarios filtradores —revelación de secretos— que menoscaba el derecho de defensa de los detenidos y se carga la presunción de inocencia. El Mundo se presta a la intoxicación y al show con la misma falta de rigor que ya es marca de la casa en todo lo que sea Catalunya. La portada de hoy sólo es un día más en la cloaca.

El dictador y sus víctimas

Ahora sí. El traslado de los restos de Franco. Aun habrá que agradecer  que ningún diario hable del asunto como "el verdadero final de la transición", aunque quizás es temprano para celebrarlo. De las portadas de hoy parece que se escapa un suspiro tipo mission accomplished. Tiene gracia. La misma semana en que se han escuchado discursos uniformados que no recuerdan a la transición, sino a la época anterior, también es la semana en que se desentierra el cadáver de Franco de su mausoleo —adonde lo llevó el séquito presidido por Juan Carlos I—, y es la misma semana en que se han desenterrado actitudes dignas de aquel régimen. Qué casualidad.

Se han dedicado más portadas, editoriales y columnas al traslado de los huesos del dictador de una tumba a otra que a los más cien mil represaliados por el generalísimo enterrados en fosas y cunetas, que siguen sin trasladarse a lugar digno. Qué cosas. Ahora que quieren hacer ver que han matado a Franco 44 años después de muerto, ni la vicepresidenta Carmen Calvo, ayer tan orgullosa de anunciar el cierre del Valle de los Caídos —se ve en la foto de portada de El País— tuvo un recuerdo para las víctimas del franquismo.ME

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