Las portadas de hoy dicen algunas cosas del temple de los diarios en condiciones complicadas. Porque las portadas del día de elecciones aun son peores que las del día de reflexión. No sólo porque, en general, los diarios tienen la costumbre de preparar con antelación la portada del domingo —y la habilidad para que no te des cuenta. También porque es un día donde no pueden decir casi nada de los asuntos que suelen abrr la primera página, es decir, de política, gracias a la prehistórica regulación electoral española y el ojo de Sauron de la Junta Electoral. Una buena portada en este ambiente es casi imposible.

Encima, ayer, los diarios de Barcelona debían estar poniendo velas a todos los santos por la victoria del Barça en la Copa, acontecimiento que les habría ahorrado la portada fría del domingo electoral. En fin, antes de acabar la primera parte, todos el que saben alguna cosa de fútbol y del Barça ya habían descartado la victoria.

Las portadas de la jornada electoral también sirven para comprobar qué diarios juegan limpio y cuáles hacen trampa afanándose por orientar el voto de sus lectores "sin que se note el cuydado". El caso de estos últimos (que se explica al final de esta pieza), es una manifestación más de hooliganismo inseguro y/o de desconfianza hacia sus lectores, a los que han sometido a un bombardeo que ríete tú de la tormenta de fuego que la RAF y la USAF hicieron caer sobre Dresde en 1945. Se conoce que no están seguros de haberlos convencido y quieren insistirles hasta el último día —los milennials llaman a esto "taladrar". Quizás sólo lo hacen por inercia o por pocas ganas de pensar. Es complicado saberlo.

Portadas de costumbre

Entre los que juegan limpio, tienes diarios que se pegan a la costumbre, como La Vanguardia —ciertamente, "costumbre" y "Vanguardia" pueden llegar a ser conceptos intercambiables, dicho sea con respeto. El diario de los Godó siempre fotografía juntos a todos los candidatos a la alcaldía de Barcelona (o a la presidencia de la Generalitat en su caso). Al diario parece que le hace mucha ilusión, se da mucho aire y hace un gran bum: explica el making of, etcétera, como si fuera una superproducción de Cameron o De Mille.

Está muy bien. Es una benemérita tradición, en el sentido que no hace daño a nadie, aunque le fastidie medio día a los candidatos —como les va en el sueldo, sin problemas. Algunas de estas portadas son originales, otras dignas y, de vez en cuando, aparece alguna un poco manierista, que es una forma pedante de decir que no ha salido muy bien o no es original. Es el caso de hoy. Pero es la foto de La Vanguardia, mucha gente la espera, y sólo por eso vale la pena ir al quiosco a ver qué han hecho y cómo queda.

El Periódico procura hacer cosas parecidas. No siempre le sale redondo. Hoy sí. Eso permite la comparación con La Vanguardia y valorar qué primera página tiene más gracia y tal. El titular es un desastre, como todos los titulares de día de elecciones de todas las elecciones. Es difícil escaparse de esta maldición si juegas limpio. El de El Periódico es "La foto finish", que, en fin, cubre el hueco y da  idea de cómo va la cosa en Barcelona. Encaja también con el relato que ha hecho este diario la última semana de campaña: que el juego no es sólo entre Maragall y Colau, sino que Collboni también compite.

LV

EPC

Ara hace un relato diferente, un poco más original. "Mucho en juego", dice su portada, con una bonita ilustración de los pulsos que representa que decidirán las elecciones múltiples de hoy. Como todos los domingos, la portada lleva un monográfico más bien frío, con un titular y un arte que le dan cierta temperatura. El titular es otro imposible. Es verdad, hay mucho en juego —como en todas las últimas elecciones y en las elecciones en general.

El Punt Avui hace la variante, digamos, allons enfants... aux armes citoyens. Es una opción muy civil que nos animen a votar y aun más si no hay que comprar el diario para recibir el llamamiento o la orden. También es un titular que sirve para cualquier elección, como los anteriores. Es una demostración más de que el dia de elecciones es un día "intitulable", por más que se esfuercen.AHORA

EPA

Entre los que juegan limpio también está El País y, atención, El Mundo. El diario oficial de los progres mayores (el de los jóvenes no tiene versión impresa) se ha esforzado mucho por escribir un titular basado en hechos y, encima, original, de un único uso y con tensión. El concepto es "un extenuante ciclo electoral de cuatro años". "Extenuante" es como una mezcla de agotador, debilitante y aburrido y provoca que el lector piense/diga: "Ay sí, oye; que se acabe ya de una vez".

En cambio, el diario más derechista del momento opta por otro clásico de los titulares que sirven siempre: "Las urnas miden la fortaleza del PSOE y el liderazgo de la derecha". Puedes incluso  cambiar los conceptos y también funciona: "Las urnas miden el liderazgo del PSOE y la fortaleza de la derecha". Esta variante no la podrían hacer, sin embargo, porque les saltaría el titular a tres líneas en cuatro columnas y eso no lo permite su diseño. Eso. Que es un día difícil.

EP

ME

Los que hacen trampa —no se podía saber— son ABC y La Razón. ABC la hace pequeña diciendo, como un toque de somatén, un aviso de fuego o similar: "España se juega entregarle todo el poder a Sánchez". Sí, claro. Ya es eso. Lo que pasa es que España no está "en juego", al borde del abismo o una catástrofe similar, como se insinúa queriendo decir que si no quieres que pase... ya sabes a quién no tienes que votar. El tabloide monárquico se saca la espina de publicar a toda página (¡por fin!) la foto del Rey y su Copa, ganada por un equipo, digamos "leal" (no que lo sea, que vete a saber, sino que en ese diario lo presentan así). Lo que no ha hecho al Barça por los diarios de Barcelona (y dejémoslo aquí) lo ha hecho la Valencia por ABC.

La Razón, más grosera, estampa una entrevista a Vargas Llosa diciendo lo que dice siempre: nacionalismo, caca. Conclusión: no los votes. En la foto, Vargas Llosa parece el póster de una nueva versión de El Resplandor de Kubrick. Ni él ni la portada del diario lo aclaran, pero no es difícil saber que habla del nacionalismo de los otros y no del suyo, que es un nacionalismo no-nacionalista. Aparte de eso —que también es un comentario tópico— ¿no será que los lectores de este diario no son conscientes, de esta hora grave? ¿Será que sólo es la típica portada donde dicen lo que creen que gusta a sus lectores, como quién echa peces a las focas? Es más complicado de saber que hacer titulares para días como hoy.

ABC

LR