Este domingo llama mucho la atención comparar la portada de ABC con el resto de diarios. El tabloide monárquico posteriza las colas de gente que querían visitar el buque insignia de la Armada española, el Juan Carlos I, anclado en el puerto de Getxo, municipio de 80.000 habitantes donde el ayuntamiento se había opuesto a la presencia del barco de asalto anfibio. El diario destaca precisamente eso, que a pesar de que la corporación municipal no lo quería "miles y miles" de ciudadanos han ido a verlo, como queriendo decir que el ayuntamiento, gobernado por PNV y PSOE con el apoyo de EH-Bildu, no está en sintonía con el alma de los getxotarras.
Es una portada de quedarse a gusto, de esas que dan la oportunidad de dar un codazo al vecino y señalarle la contradicción entre el espíritu español limpio y claro de los vecinos y la mala cara de los nacionalistas y sus aliados. Sería más sencillo decir que ir a ver ese gran barco —el Juan Carlos I o cualquier otro— era un gran plan familiar de sábado. ¿A quién no lea trae ver 400 millones de euros flotando sobre el mar?
En fin, ABC siempre lee este tipo de acontecimientos ordinarios como una gran victoria de la patria una y no cincuenta y una, etcétera, que dan buena conversa de café. Si eso les deja vivir... Lástima que para quedarse a gusto, la portada aparte los grandes asuntos del día. Ningún problema: los puedes leer en las primeras páginas de los otros diarios (las tienes al final de este artículo).
El País abre con una encuesta de 40dB cuyo resultado es este: el tridente de las derechas queda a catorce escaños de la mayoría absoluta y es el PSOE quien se perfila como núcleo de la izquierda (122 escaños por 40 de Podemos) y del futuro Gobierno si reedita la coalición que tumbó a Mariano Rajoy… con los partidos independentistas. La otra alternativa sería PSOE y Cs, pero como estos se han comprometido a no sumar con aquellos... Esta opción recibirá probablemente atención especial de algunos de los diarios del 155 de Madrid y Barcelona, a ver si Rivera se desdice y tiende la mano a Sánchez... ni que sea tras las elecciones.
Otro dato interesante: la fragmentación de la derecha. A Vox le atribuyen 31 escaños, 55 a Cs y 76 al PP. Será bonito ver hacia dónde se inclina ahora la derecha mediática madrileña, a la que los catorce escaños que faltan al tripartito andaluz le deben parecer una diferencia salvable. Nos espera un espectáculo de presión mediática como nunca, porque intentarán cambiar este pronóstico. Lo que quizás no saben es que, hoy por hoy, todos los estudios serios no otorgan a los medios de comunicación tanto poder. De momento, hoy mismo, La Razón y El Mundo ya empiezan el cañoneo avisando de que Pablo Iglesias ha vuelto a la manera del Robespierre sediento de sangre, más radical que nunca y con ganas de sumar con Sánchez. Qué miedo.
La Vanguardia, habitualmente bien informada de las deliberaciones y propósitos del Tribunal Constitucional, avisa: anulará la ley catalana que permite investir presidente a un candidato no presente en el Parlament. No hace falta: eso ya lo hace él solito, de modo muy efectivo, el mismo Parlament.
