Hoy es un día fatal para el gobierno español (y de rebote, para el de la Generalitat) en las portadas. Según el marcador del quiosco, el ejecutivo de Sánchez pierde por cinco portadas a tres.
Las portadas en contra son de los diarios que lo acusan de simular el estropicio con el Govern (La Razón y ABC), los que lo señalan por "haber cedido a la presión de la derecha" (El Punt Avui y Ara) y El Mundo, que queda entre unos y otros.
Al rescate del baqueteado gobierno socialista, acuden El País, El Periódico y La Vanguardia, que se ven con ánimos de dar por bueno que la causa de la fractura recae en la parte catalana. Estos tres presentan la decisión del gobierno español con cierta épica ("portazo", "Sánchez se planta","ultimátum"), que parece más bien un modo de vestir la retirada que no se compadece bien con los argumentos aéreos y vacilantes y la voz temblorosa de la vicepresidenta Calvo en la rueda de prensa de ayer a mediodía.
Cómo de los mismos hechos los diarios deducen interpretaciones tan variadas es uno de esos misterios del periodismo que es doloroso explicar. Dejémoslo en misterio, porque sería injusto decir que, en estos casos, cada diario titula por lo que más le gusta, por lo que le da más rabia, para favorecer el bando que ve mejor o perjudicar al que le cae peor. Eso no sería serio y no pasa. Bueno, dejémoslo en que no pasa tanto como parece. O sí. En fin, eso, un misterio.
Tres detalles interesantes de las portadas de hoy. Uno, el esfuerzo de ABC, La Vanguardia y El País para destacar cómo molesta al PP y a Cs que Vox y el resto de la ultraderecha sean parte de la manifestación de mañana en Madrid.
Dos, El Periódico dice en un titular pequeño que la vigilancia de los juzgados deja a los Mossos sin patrullas. Hace pensar. ¿Merecen tanta vigilancia los juzgados a costa de la seguridad ciudadana?
Tres, todavía más interesante, es que ni ABC ni El Mundo dicen nada en portada del choque de los dos cercanías en Castellgalí, donde ha muerto una maquinista y un centenar de personas más han resultado heridas (y no ha sido una carnicería porque Dios no ha querido). En el tabloide monárquico se entiende, porque edita esas portadas póster con un solo tema y hoy ha escogido la bandera española. Pero se hace raro que El Mundo no incluya el asunto. Espacio tiene. Claramente, no han querido darle ni un mal rincón en primera. Quizá es que quieren decirnos algo.