Albert Rivera lo deja todo. Es la noticia que abre hoy las portadas —salvo la de El Punt Avui. Portadas que son lápidas funerarias con epitafios no muy lucidos, aunque ni un diario hace a Rivera reproche alguno, excepto la ironía de La Razón al considerarlo "la primera víctima de la 'nueva política'". Tiene gracia que este diario se ría de la "nueva política". Es el mismo diario que pidió oblicuamente el voto para Vox —no hay política más vieja que la de la ultraderecha, con permiso de Eduardo Mendoza y Javier Cercas— y celebró su ascenso ayer entregando la portada a una foto de Santiago Abascal en figura de caudillo.

El resto de la prensa impresa pasa de puntillas sobre la trayectoria del jefe de filas de Ciudadanos, un político que hizo justo lo contrario de lo que dice la frase de Obama con que adornó su dimisión: "Si para ganar tienes que dividir a la gente, tendrás un país ingobernable". Es lo que desde hace más de dos años es España: un país ingobernable. Rivera y los suyos han contribuido con entusiasmo decidido y han sido protagonistas y motores de la actual confusión política. De eso no se habla hoy en las portadas.

Cuando murió Margaret Thatcher —no los compares—, muchos diarios británicos titularon las portadas así: "Una primera ministra que dividió al país". El Reino Unido está hoy intoxicado por el veneno del euroescepticismo, lo peor del legado de la Dama de Hierro. A Rivera le perdonan la vida y todavía ilustran su final con fotografías angélicas de él, con excepción de El País, donde al menos el titular no es discordante de la imagen que lo acompaña.

No sufras. A partir de hoy no tardarán en hacer leña del árbol caído y no será por lo que crees, sino por negarse tozudamente a acordar un gobierno con Pedro Sánchez tras las elecciones de abril para salvar lo que queda del sistema del 78. Haber encabezado un modelo acabado de política hater, hacer de la mentira y las mistificaciones el corazón de sus argumentos y promover la división social en Catalunya (y fuera de Catalunya), son condecoraciones que casi ninguno de esos diarios le retirará —lo llaman construir un proyecto político para toda España desde Catalunya. Es lo que ahora le agradece casi toda la fauna tertuliana y columnística española, para empezar la portada de ABC y el editorial de El Mundo, que lo consideran "un político ejemplar". Rivera ha vivido rápido, ha muerto joven y ha dejado un bello cadáver. Descansemos en paz.

ABC

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LV

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