Hoy la pantalla de la sede de Ciudadanos, que tanto ha dado de si durante la campaña, estaba negra. Las caras de su ejecutiva también eran de funeral. No es para menos: el partido del hiperliderazgo ha perdido a su líder. En una comparecencia este lunes, Albert Rivera ha anunciado que lo deja todo: dimite como presidente de Cs, no recogerá el acta de diputado en el Congreso y abandona la política. Lo hace "en coherencia" con lo que es y piensa de la vida pública, ha justificado. "Sea justo o injusto, es lo más responsable", ha defendido emocionado ante los suyos.

La realidad es que los resultados no podían ser más desastrosos para Ciudadanos, que confirmó en la noche electoral el peor de los pronósticos. De los 57 diputados que tenía, perdió 47. Solo retuvo diez, entre los que no se encuentran muchos barones del partido, como José Manuel Villegas, Fran Hervías o Juan Carlos Girauta.

Albert Rivera, que ha dicho empezar una "nueva etapa", ha anunciado dos decisiones políticas y una personal. La primera, que dimite como presidente de Ciudadanos "para que este proyecto en un congreso extraordinario" escoja a un nuevo líder. La segunda, que no recogerá el acta de diputado en el Congreso para que esté al frente del grupo, ahora de diez diputados, "alguien al 120%". Correrá la lista y logrará entrar Edmundo Bal, el polémico abogado del Estado. Finalmente, ha anunciado que deja la política. "Dije que sería el presidente de las familias. No lo voy a ser, pero voy a ser mejor padre, hijo y pareja".

El político catalán ha defendido que, a diferencia de otros, él siempre "ha dado la cara", y que ahora también tocaba. "Los buenos resultados son de todos y los malos resultados son del líder", ha asegurado Rivera, que ha añadido en este sentido: "Hay gente que puede pensar que es injusto, otra que es justo. Sea justo o injusto, es lo más responsable". Ha lamentado que, con la misma candidatura y propuestas que en abril, las urnas le hayan castigado de esta manera en noviembre.

A pesar de todo, el dirigente saliente se ha felicitado porque "hemos conseguido que España tenga un centro liberal". En este sentido, ha recordado que no solo tienen siete eurodiputados, sino que también gobiernan para 20 millones de españoles y 400 capitales de provincia.

Una vez salga de la política, Albert Rivera ha avisado de que, esté donde esté, en el mundo privado donde ya estaba, seguirá la actualidad, que le preocupa especialmente como catalán. También dedicará más tiempo a su familia, a su hija y su pareja. "Quiero ser feliz", ha llegado a decir emocionado. Ha sido recibido con un fuerte aplauso de su ejecutiva.

¿Y ahora qué?

Tras la dimisión de Albert Rivera, la ejecutiva queda disuelta, y quien asume las riendas del partido es el Consejo General, presidido por Manel Bofill y formado por 160 miembros. Este Consejo General se reunirá en dos semanas, y de la reunión saldrá la gestora y la asamblea general que escogerá un nuevo líder para la formación.