La Vanguardia ha dejado difícil el comentario fácil de las portadas de hoy: los diarios impresos de Barcelona abren con la decisión de Ada Colau de repetir al frente del Ayuntamiento de Barcelona, mientras que los de Madrid prefieren abrir con el paseíllo de los líderes de los partidos por el palacio de la Zarzuela, de donde salió ungido Pedro Sánchez. Representa que sería el hecho diferencial y etcétera.

En realidad, las portadas de La Vanguardia han dado prioridad al culebrón de la investidura de Pedro Sánchez desde que pusieron en circulación la "alternativa Colau" el 28 de mayo —el 27 en la web—, único día que tituló su primera página con este asunto, como El Periódico, en casual y simpática sincronía. El titular principal de Ara, por contraste, ha seguido casi diariamente los esfuerzos de ERC por situar a Ernest Maragall en la alcaldía. El Punt Avui, a medias. Parece que el diario de los Godó —y el de los Moll— pasaba por allí y, de golpe, al doblar la esquina, se encontró puesta a la alcaldesa. La impresión que da la actitud discreta de La Vanguardia con la batalla de Barcelona es que no ha querido hacer leña del árbol caído o, más todavía, que no ha querido presentar a ERC como el árbol caído. Hay más elecciones por anticipado y quien sabe qué deparará la urna. Conseguir el efecto sin que note el cuidado.

El País también pasaba por allí. Su titular de portada da que pensar. ¿Quién manda realmente —y no es este cualquier adverbio— en España? Rivera ha pasado a ver al Rey gritando no a Sánchez y ha salido diciéndolo con la boca pequeña y que ya hablaremos. Sánchez, que llegaba a la Zarzuela tras hacer señales de amor con el abanico a Podemos, ha salido con los brazos abiertos a "todas las fuerzas dentro de la Constitución". Pablo Casado casi ni aparece a las portadas de la prensa de Madrid. No digamos Pablo Iglesias. Interpretar portadas es un arte más próximo a leer las cartas que a una ciencia empírica, pero hoy a ninguna persona despierta le hacen falta muchas explicaciones para entender cómo va la partida.

La derecha mediática —versión impresa— castiga a Sánchez, sí, pero con un poco más de cuidado, un poco como de costumbre, por inercia. Excepto, quizás, ABC, que presenta una combinación de titular y foto, digamos, disonante, dónde dice que "el golpismo [quieren decir Junts per Catalunya] hace presidente a Sánchez" sobre una foto del susodicho y el mismísimo Felipe VI. Un poco confuso todo.

LV

EPC

AHORA

EPA

EP

ME

ABC

LR