El informe de ocho páginas del Defensor del Pueblo español que valida el espionaje del CatalanGate con el software Pegasus no se lo cree nadie. Ni los diarios de Madrid ni los de Barcelona. No aparece en una sola portada, salvo la del Ara, que da la impresión de que se ha escandalizado enormemente por la decisión. Ha llegado un punto en el relato de la operación de espionaje, que los inventos que fabrican para maquillarlo y los parches con que pretenden taparlo, no se los creen ni los mismos partidarios de esta vulneración de derechos y libertades urdida para proteger la unidad de España. Puestos a salirse por la tangente, La Vanguardia abre con la primicia de que la Ryder Cup de golf "apuesta por Catalunya"… para el 2031, dentro de nueve años. Golf, Catalunya, un acontecimiento internacional y turismo. ¿Qué puede salir mal? Es una combinación de factores y sujetos que hace salivar al diario, que destaca también el apoyo del gobierno español a la iniciativa, no faltaría más. Da la impresión que el diario lo vende como el nirvana cosmopolita y de negocios al que Catalunya debe aspirar.

El País sigue obsesionadísimo con la investigación sobre abusos en la Iglesia y hay que reconocerles mérito, porque quien queda fatal en este tema es un despacho de abogados que el mismo diario ha contratado en el pasado. El Punt Avui no sé sabe bien de que habla. ABC vibra tantísimo con el retorno del rey emérito de España, Juan Carlos I, al que presenta en una foto en un barco de vela, como un muchacho sonriente, deportivo y flamenco al que todo el mundo desea volver a ver y celebrar. El Mundo abre con un informe del Banco de España que deja el gobierno de Pedro Sánchez como unos incompetentes en la gestión de la economía durante la pandemia. El Periódico explica que el expresidente del Barça, Sandro Rosell, quizás acudirá al juez para denunciar la investigación de la que fue protagonista. Quizás. De momento lo estudia. Muy bien. ¡Estudiad!, estudiad! El saber no ocupa lugar.

Y así todo. En cambio, el espionaje por motivos políticos del CNI y de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, autorizados por el Tribunal Supremo y validados por el gobierno español, de eso ni mu. Tras estos días de portadas, queda la impresión de que hacen un esfuerzo diario grande por evitar el tema en el consejo de redacción donde se deciden las primeras del diario impreso. Cualquier cosa sirve para poner la cabeza bajo la arena. El País ya no promociona en primera página los audios del excomisario Villarejo y el resto se buscan temas de tan poco grosor —cuando menos comparados con el espionaje— que cuesta entender si los diarios defienden los derechos y libertades de las personas o son parte del aparato de encubrimiento del escándalo, se han aburrido de la vida o sólo están distraídos. Algunos diarios de Madrid ya se sabe que son parte de la cloaca. Pero es que los diarios catalanes, pobres, tampoco se les ve muy en forma. Quizás es que el acoquine de la prensa de Barcelona no es pequeño, porque ni aparece en portada el presidente del Círculo de Economía, el inversor Javier Faus Santasusana, que ayer en el Parlament pidió a los partidos catalanes (si este concepto aun describe alguna cosa) que no aprueben los presupuestos del Estado si antes no se ponen a arreglar Rodalies de manera fehaciente. El Cercle d'Economia se hace de Junts per Catalunya, como quien dice ¿y no le tocan ni tres líneas en portada? Es injusto. Es extraño.

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