Si aun cuestionas la realidad del Deep State, el Estado Profundo, estás en tu derecho, claro. Pasa que tendrás que buscar nombre al protagonista de la batalla entre los tres poderes del Estado que se libra ya a campo abierto desde este jueves, tal como la describen los títulos principales de las portadas, salvo Ara y La Razón, diarios que han encontrado razones para decidir que los presupuestos de la Generalitat y una moción de censura de Vox son más importantes que la confusión democrática que se vive en el Reino de España. El País, diario de referencia español, quizás pensando en las embajadas y corresponsales que lo leen, lo disimula y lleva un título más administrativo, como queriendo decir que es la típica trifulca familiar de sobremesa que no tiene más importancia. Sobre todo, que España, esta Democracia Plena™, no quede mal. Solo en un antetítulo habla "de ofensiva de la derecha política y judicial" y en un subtítulo parece que recrimina al Tribunal Constitucional la "urgencia inédita" con que ha reaccionado, a instancias del Partido Popular, a la reforma del sistema de elección de magistrados del mismo TC que la coalición gubernamental presentará en el Congreso. Urgencia inédita. Tan educados, El País...

El Mundo, en cambio, presenta la cosa sin mucha ropa —más, sin embargo, que Quioscos & Pantallas, siempre a tu servicio. Con un título de aire marcial, firme y viril —español, en fin— dice que "el TC discute si frena al Gobierno", expresión que muestra enfrentados de una manera poco civil al Judicial y al Ejecutivo y que quizás —Dios no lo quiera— manifiesta una deficiente comprensión entre los editores de las relaciones entre un poder que ha sido votado por los ciudadanos y otro que se perpetúa a sí mismo y que, como apunta El Periódico, se rebela contra las reformas exprés de la sedición y la malversación en el Código Penal y de la Ley del Poder Judicial. El Punt Avui va al fondo de la cosa: "La derecha va a por todas". Incluso La Vanguardia habla de "maniobra conservadora para frenar la reforma judicial". Leído en un diario tan de orden, tan dialogante, tan pactista y tan moderado, este titular suena a que los bárbaros ya han empezado a prender fuego a la ciudad. Pero no te asustes. La cronista de la cosa ya habla de "juego de ajedrez", metáfora al mismo tiempo seria y juguetona para atenuar esta verdadera guerra de poderes en que se juega la calidad de la democracia. Juego de ajedrez. Tan bien educados, La Vanguardia...

Justamente el corresponsal parlamentario en Madrid de este diario, Pedro Vallín, ya hace un año, en una entrevista a CTXT, un digital de y para progres boomers, daba al Deep State un nombre destacable: el Kraken. Es una colosal criatura marina de la mitología escandinava, generalmente descrita como un pulpo, un calamar o una medusa gigantes, que emerge de las profundidades para asaltar barcos y zamparse a los marineros, etcétera. Quizás te suena porque en la tercera de Piratas del Caribe es el monstruo de la película. "El Estado profundo —explica Vallín en la entrevista— está descontrolado. Actuó con toda su virulencia contra el procés, pero ahora se quiere comer al legislativo y al ejecutivo. Sin ambages. Desde el TS se amenazaba hace unas semanas a la presidenta del Congreso. Ya vimos que la seguridad jurídica desapareció en quince minutos cuando el procés. Y ahora estamos a calzón quitado. Todo lo que hace el Gobierno es susceptible de ser impugnado por ilegal o anticonstitucional. Lo que me parece espectacularmente grave, y con consecuencias que ya veremos". Un profeta, Vallín. Porque sí, las consecuencias ya empiezan a verse. Incluso en las portadas de los diarios, aunque se resistan a presentarlo como una crisis o una guerra dentro del sistema y lo disfracen con lenguaje oficinesco y metáforas aguadas.

El País
El País
El Mundo
El Mundo
La Vanguardia
La Vanguardia
El Periódico
El Periódico
El Punt Avui
El Punt Avui
ABC
ABC
Ahora
Ara
La Razón
La Razón