La Vanguardia abre la portada con una entrevista a Artur Mas. En una página de nada, el expresidente certifica la muerte del procés —que no de sus ideales— y espolea a los partidos indepes a aprovechar la aritmética parlamentaria favorable para ir todos a una, conseguir la amnistía y regresar al peix al cove con cestos y peces mayores (pacto fiscal, etcétera). La gracia de esa entrevista es doble. Por una parte, hurga con un palo en el avispero indepe, tanto en su vertiente ideológica como narrativa y también en los protagonistas y su práctica política. Se le entiende todo. Sin decir una palabra más alta que otra, acusa a los que prometen la independencia para ahora mismo (en un punto lo hace equivalente a los próximos cuatro años) de mentirosos o de inconscientes. Por otra parte, deja en el aire la posibilidad de regresar a la política activa si Carles Puigdemont no quiere o no puede encabezar las listas de Junts. La entrevista debería levantar polvareda y abrir un debate que la política catalana tiene encima como una tormenta intensa que no acaba de descargar. A ver qué pasa.
Dice ABC que este es el año en que se cercó a la justicia. Lo escribe así, sin sujeto, como diciendo tú ya me entiendes y lo atribuirás a quien ya sabes. Los lectores del tabloide monárquico tienen claro al causante del asedio y no solo porque el mismo diario hace meses y meses que los condiciona. Se puede interpretar también que el título no identifica a un agente porque los sitiadores son todos los que tienen alguna relación con la justicia, desde los partidos, el ejecutivo y el legislativo, hasta los mismos órganos de gobierno de la cosa, como el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), y los altos tribunales como el Supremo o la Audiencia Nacional. En la lista de agravios que ABC proclama en portada se mezclan churras y merinas, aunque a muchos les entrarán ganas de confirmar alguno, como que la amnistía para los condenados y procesados independentistas "supone reconocer que los jueces actuaron mal al redactar las sentencias". No es así técnicamente, pero en la práctica y en la cabeza de mucha gente, así es.
Tres diarios más llevan el tema de la justicia en portada. La Razón, sin mencionar ninguna fuente, dice que la Unión Europea intervendrá en la renovación del Consejo y que se cambiará el sistema de elección de sus 20 vocales para que sean los jueces quiénes los escojan directamente sin pasar por el Congreso. Ya veremos. El Mundo dice, muy torero, que el PP vigilará al gobierno español para que no haga trampas en la renovación del CGPJ, etcétera. Tampoco documenta ninguna fuente, al menos en portada. Ara publica unos perfiles de los jueces y fiscales señalados por casos de lawfare —son los que te imaginas— sin más afán que recoger y documentar las acusaciones de utilizar la justicia con objetivos políticos. Al fin y al cabo, se reduce todo a dos grandes bloques de casos: el independentismo y Podemos. Hombre, un poco a tigre quizás sí huele la justicia española.
