Carmen Lamela ha cerrado la investigación contra la cúpula de los Mossos d'Esquadra por el referéndum.

El caso que empezó con la querella de sedición por los hechos del 20 de septiembre y que sirvió para enviar a la prisión a Jordi Sànchez y Jordi Cuixart el 16 de octubre pasado, está a punto de ir a juicio con todos los responsables de la policía catalana. Los técnicos y los políticos. El major Josep Lluís Trapero será el primero en ir a juicio junto con la intendente Teresa Laplana, responsable del dispositivo del 1-O y el secretario general de interior César Puig y el director general de la policía Pere Soler.

El caso ha durado 7 meses y ya incluye tanto las acusaciones por los hechos del 20 de septiembre como del 1 de octubre. La supuesta inacción de los Mossos que la justicia de Madrid imputa será lo primero que irá a juicio de todo el paquete de causas judiciales en torno al referéndum. Lamela ha cerrado la instrucción esta semana sin tan solo esperar que se resolvieran los recursos contra el procesamiento y desestimando algunas pruebas que habían pedido las defensas.

¿Por qué tanta prisa?

El 155, un impedimento

Fuentes judiciales y muy próximas a los investigados apuntan que estaban todos preparados psicológicamente para que la jueza cerrara la causa en cualquier momento. Aun así la decisión de Lamela provoca diferentes opiniones entre los afectados.

Por una parte, la inconveniencia de seguir con el caso abierto ante la formación de Govern. Eso haría que las defensas tuvieran un acceso menos complicado a las pruebas. Según fuentes relacionadas con el caso, hay mucha documentación en la dirección general de la policía que podría probar que los Mossos hicieron lo posible para detener el referéndum y cumplir las órdenes del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya. Pero para pedir esta documentación hay que hilar fino y ahora mismo los acusados no tienen ningún colaborador interno que les pueda dar las referencias de los documentos ni los correos que les exculparían.

Entre estas pruebas estaría la relación de todo el dispositivo extraordinario que se montó el 1 de octubre entre el que figuran las dietas de todos los mossos, las horas extras y y la cantidad de coches que se tuvieron que alquilar para cubrir todo el territorio. Estos documentos acreditan "la voluntad política de obedecer" y eso no está en la causa porque ni tan sólo se ha podido pedir.

La Dirección General de la Policía, bajo el 155, no cede ni tan sólo el libro de escoltas que mostraría los movimientos de la cúpula de Interior los días previos y el 1 de octubre para gestionar el dispositivo del referéndum. Tampoco se han podido pedir los correos, porque hay que hacer una selección previa y sin el control de la Conselleria d'Interior es imposible.

Por todo eso uno de los motivos que acreditan la prisa de Lamela, según algunas fuentes es el temor de la formación del Govern y que Interior vuelva a manos de la Generalitat de Catalunya.

La otra opinión formada entre los afectados por el caso es que la causa en el Tribunal Supremo se está complicando tanto por las euroórdenes que se necesita marcar perfil y por eso se cierra la instrucción y se agiliza el juicio.

Pero no todas las partes piensan lo mismo. La abogada de Trapero cree que Lamela no está condicionada por la actuación del futuro Govern de Catalunya ni el Tribunal Supremo, sino que simplemente va a la suya. "Ella es muy rápida", dice Olga Tubau. Lo que sí que cree la abogada es que Carmen Lamela tenía ganas de sacarse de encima este caso y destaca que la instrucción está prácticamente atascada desde el mes de febrero. "Lo que tenía en abril lo tenía en febrero", dice.

Y es que Lamela ha rechazado muchas de las pruebas que han pedido las defensas. Entre ellas el análisis de los documentos que iban a destruir en la incineradora de Sant Adrià els Mossos d'Esquadra y que interceptó a la policía española. La jueza alega que estas pruebas no hacen falta para la instrucción y que ya se pedirán para el juicio.

Lo que sí que ha aceptado Lamela son los interrogatorios a varios mossos d'esquadra que hizo la policía española en Catalunya para evitar que fueran hasta la Audiencia Nacional y que se han aportado a la instrucción.

El calendario

A partir de ahora se abre el tramo final para ir a juicio.

Hay que hacer un trámite de instrucción que pasa por que todas las partes comuniquen si están de acuerdo o no con el auto de conclusión.

Después empiezan los preparativos para el juicio con los escritos de todas las partes. La Fiscalía y resto de acusaciones tienen que presentar sus escritos de conclusiones con la petición de las penas según los delitos. Y las defensas harán sus escritos pidiendo la absolución.

Después se fijará la fecha del juicio oral que hará la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Es probable que sea en otoño y también es probable que no sea corto por la gran cantidad de testigos que se pueden llegar a citar ya que hay muchos agentes policiales incluidos dentro de la causa.