El president en el exilio, Carles Puigdemont, ha indicado que la "fortaleza intrínseca" de la lengua catalana queda demostrada porque, aunque no la dejan hablar ni en el Congreso español ni en el Parlamento Europeo, se ha colocado como duodécimo idioma del mundo en influencia. Puigdemont ha hecho referencia de esta manera al barómetro que ha publicado el Ministerio de Cultura francés, basándose en más de 6.000 idiomas.
"Que la duodécima lengua más influyente del mundo, según este estudio, no se pueda hablar en el Parlamento español ni en el europeo indica dos cosas. La primera, la fortaleza intrínseca de nuestra lengua, que ha sabido sobrevivir a siglos de ataques cometidos por España y Francia. La segunda, que la discriminación perpetrada por las instituciones que nos gobiernan (Estados, Unión Europea) por el hecho de ser catalanohablantes, es una discriminación consciente. No porque nuestra lengua sea residual o irrelevante. Saben que es una lengua importante e influyente. Nos conviene enfatizar lo que representa, en términos de derechos humanos y de derechos fundamentales, que los catalanohablantes no puedan tener una vida normalizada en nuestra lengua como la tienen los hablantes de las lenguas oficiales de los estados", ha manifestado.
La lengua catalana está escalando posiciones desde el 2010 en el ranking de los 20 idiomas más importantes del mundo, según el barómetro que elabora el Ministerio de Cultura francés, referido en el 2022. El informe no valora únicamente al número de hablantes de cada idioma, sino que incorpora más criterios, como el rol que tiene cada lengua en la sociedad y su presencia en Internet. De acuerdo con estas valoraciones, en el 2010 el catalán estaba en la posición número 20 del mundo, justo por detrás del griego. En el 2012 ganó una posición y quedó en el número 19, por delante del checo y detrás del rumano. En el 2017 desapareció del ranking de los 20 idiomas más importantes, coincidiendo con la politización que supuso el clímax del procés, y en el 2022 ha saltado a la posición número 12, justo por detrás del neerlandés. El catalán ha quedado por delante, en influencia, de idiomas como el chino mandarín, el japonés y las lenguas escandinavas.
El catalán obtiene una nota de 6,729 puntos, y con eso se sitúa como la duodécima lengua con más peso del mundo. Aunque si se toma simplemente la cifra de hablantes el catalán destaca como la lengua con un índice más bajo de las quince con más influencia, y también como la que tiene un estatus más bajo, otros factores la hacen subir como un idioma influyente. Eso sucede porque el catalán tiene un índice más alto que el inglés, el francés, el español y el ruso con respecto a su penetración en Internet, basado en la proporción de hablantes de una lengua que lo utilizan habitualmente en la red. La lengua catalana también tiene una buena situación en el índice de desarrollo humano, que mide el grado de desarrollo económico, político y social en el ámbito lingüístico de una lengua a partir de los datos de la ONU. Y finalmente también cita el caso de la Wikipedia, y los autores del barómetro dan a conocer que el catalán tiene un índice más alto que lenguas que son más habladas, con respecto al número de artículos.
Los idiomas más importantes del mundo son el inglés, el francés, el español, el alemán, el ruso y el italiano, aunque este último tiene muchos menos hablantes. Eso queda compensado por el peso de la cultura italiana, y porque el idioma se usa en Italia y en el Vaticano. En el caso del español se ha producido un retroceso porque en el 2012 se situó en segunda posición por delante del francés, pero en el 2022 ha vuelto al tercer lugar. En el barómetro se han producido cambios importantes desde la edición del 2010, porque entonces el neerlandés estaba muy fuerte en 5 posición y ahora ha quedado justo por delante del catalán. El árabe (8) y el hebreo (14) estaban entonces entre los idiomas más importantes, pero desaparecieron del ranking a partir de aquel año. El Ministerio de Cultura francés ha elaborado estos barómetros sobre un total de 6.102 lenguas.