La policía española trabaja dando apoyo estos días a los Mossos d'Esquadra en la dispersión de las manifestaciones que desde el lunes se están haciendo en toda Catalunya en respuesta a la sentencia del juicio al procés. En Barcelona, las cargas son especialmente complejas y duras.

Los dos cuerpos de seguridad tienen "todas las herramientas" a su alcance, como dejó claro ayer el nuevo director general de la Policia, Pere Ferrer. Y entre estas herramientas están el gas pimienta de los Mossos y los gases lacrimógenos del CNP, del Cuerpo Nacional de la Policía española. Los Mossos todavía no han utilizado los extintores de pimienta. Mientras que el CNP ayer utilizó gas lacrimógeno para echar a una parte de los manifestantes de la esquina del paseo de Sant Joan con la calle Aragó.

"Consideramos que lo teníamos que hacer para dispersar", dice una fuente de la policía española. Fue a última hora de la noche y explican, las mismas fuentes, que fue una operación "delicada" y que tuvieron que utilizar el foco del helicóptero para enfocar el punto en el que tenían que tirar el gas lacrimógeno.

También explican que tiraron "muchas muchas pelotas de goma". Explican que lo hacen a requerimiento de los Mossos d'Esquadra: "Cuando nos piden, allí vamos".

La policía española trabaja conjuntamente con los Mossos. El centro de control de todos los dispositivos está, de hecho, en la misma Conselleria d'Interior y es conjunto. Tal como se ha diseñado el dispositivo, los Mossos siempre están en primera línea con contacto directo con los manifestantes y el CNP, detrás.

Cuando dispersan o cargan, lo hacen cada uno con sus armas. Los policías españoles con pelotas de goma y los mossos con proyectiles de foam. Ayer dieron un paso más con los gases lacrimógenos. También tienen a punto dos tanquetas de cañones de agua, una del CNP y la otra de los Mossos, que no se ha utilizado nunca. Y el gas pimienta que la policía catalana anunció a bombo y platillo y que provocó la primera crisis interna del departamento.