Pablo Iglesias ha tomado el control de la dirección de Podemos después de que esta madrugada se diera a conocer la noticia de que ha destituido a su secretario de organización, Sergio Pascual. Como se ha sabido, hasta la convocatoria del próximo Consejo Ciudadano de la formación -aún sin fecha- sus funciones las asumirá Iglesias. En consecuencia, con este gesto cierra filas dentro de un formación, donde parece planear la sombra de una fractura entre el líder y su número dos, Íñigo Errejón. Algunas fuentes han asegurado a El Nacional que la tensión entre ambos dirigentes es patente. De hecho, no es raro oír este tipo de rumores entre los periodistas madrileños que siguen el partido, quienes buscan la instantánea donde Íñigo y Pablo no se miren, o hagan un gesto que confirme la hipotética división.

Disensiones "tácticas"

La disputa podría tener un origen en las tesis respecto de la estrategia del partido, sobre la formación de gobierno en España, además de otras cuestiones territoriales e internas. Pero más allá de suposiciones, unas palabras de la diputada podemista Carolina Bescansa podrían confirmar la hipótesis. "Una de las ventajas de algunas de las personas que formamos parte de esto es que nos conocemos desde hace muchos años. Somos muy amigos. Más allá de diferencias y discrepancias sobre cuestiones tácticas, que las hay, como es normal y necesario en cualquier organización, nos queremos entre nosotros ". Es decir, que la estrategia a seguir de los morados sí puede estar sujeta a disensiones.

Es un hecho que tampoco niega la diputada de Podemos Irene Montero, quien ha respondido también a la polémica de Pascual. "Creemos que forma parte de la normalidad de una organización política, derivada de una gestión inadecuada e ineficiente de las cuestiones territoriales y organizativas", ha indicado. "Los problemas organizativos deben ser algo que se muestre; las diferencias, los debates, deben ser algo que se exprese con naturalidad". Para Montero, "Podemos es una organización porosa y hay diferencias de participación, es un valor, no un defecto, a pesar de que se generen situaciones que puedan no ser agradables". "Lo que hace daño, y lo reitero, es que Pablo Iglesias es la piedra en el zapato para aquellos que preferirían la gran coalición y, por este motivo, hacen presión por la abstención en la investidura", ha dicho.

'Errejonistas'

De esa manera, el cese de Pascual ha debilitado la corriente llamada errejonista. "Bueno, lo que parece evidente a estas alturas es que tenemos una idea de la responsabilidad, de la belleza y del cuidado bien diferente", decía en un tuit Emilio Delgado, ex secretario de organización del partido, quien dimitió hace unas semanas. "Sergio Pascual, todo mi apoyo y gratitud por un trabajo descomunal, muy triste que pagues tú por la irresponsabilidad de otros. Mucho", añadía. Con la marcha de Delgado, nueve cargos del Consejo Ciudadano de la Comunidad de Madrid decidieron presentar también su dimisión. Parece que la salida de esta personalidad, vinculada al sector errejonista, habría dejado el partido en manos del líder madrileño, Luis Alegre, de la corriente 'pablista', quien habría acelerado la dimisión de los cuadros. Según un comunicado, fue debido la "deriva" que el órgano había tomado en los últimos meses.

Podem

Catalunya y otras comunidades también podrían ser un escollo para tomar el control del partido, en tanto que Podem se encuentra actualmente en proceso de reestructuración. Ahora bien, para el secretario general de Podem Barcelona, ​​Marc Bertomeu, esta situación [la destitución de Pascual] "no es una buena noticia para la organización", aunque a pesar de que se perciba así ha puesto de relieve que se debía actuar. "No debemos tener miedo a tomar decisiones como éstas". Para la formación lila en Catalunya, "no hay problema" porque, según Bertomeu, el partido "empieza a consolidarse al margen de lo que pueda pasar en el resto de la formación". Su homólogo en Castilla y León, Pablo Fernández, ha hecho un llamamiento a "ir todos a una" y ha querido trasladar su "firme" apoyo a Iglesias porque "es la mejor persona para llevar el timón del partido, como del país ".

Asumir responsabilidades

En consecuencia, Iglesias corta con el cese de Pascual las posibles disensiones internas del partido, al menos en Madrid -donde nació la formación, y por tanto, tiene un peso relevante organizativamente y políticamente. De hecho, el propio líder de los morados, lo vaticinaba en la carta que envió a las bases hace unos días. En ella, indicaba que en Podemos "no hay, ni debería haber corrientes ni fricciones que compitan por el control de los aparatos y de los recursos", ya que creía que eso "nos convertiría en un lo que siempre hemos combatido: un partido más ". Pero Pablo también tiene apoyos, tales como Rafael Mayoral, quien ha puesto de manifiesto que "había necesidad de hacer cambios en el ámbito de la política organizativa" porque el ex secretario de organización "no ha sido capaz de contener las fugas de agua "que se estaban produciendo en el ámbito territorial hacía tiempo, sobre todo en la comunidad de Madrid.