Solía ser un mantra en la política española que Catalunya y Andalucía eran los dos feudos históricos que sustentaban los éxitos electorales del PSOE en las generales. Con la caída del PSC y la pujanza d'En Comú Podem, Catalunya ha pasado factura a los socialistas, que obtuvieron el peor resultado electoral de la historia el pasado 20-D. Siempre reflejado en ellos, Podemos quiere repetir el escenario en Andalucía para el 26-J, en un momento en que Ferraz es golpeado por el caso de corrupción de los falsos ERE, que hará sentarse en el banquillo de los acusados a dos décadas de gobierno socialista en la autonomía andaluza.

Decía el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, durante la presentación del lema de campaña este jueves, que él no cree en los "feudos". El tono desafiante con que pronunciaba las palabras denotaba la expectativa de los podemitas sobre la posibilidad de avanzar al PSOE, gracias a la ayuda de Izquierda Unida y en un momento que cuentan con el apoyo explícito del exdirigente comunista Julio Anguita. Es decir, el ideólogo del sorpasso.

Podemos no lo tendrá fácil. El PSOE obtuvo en Andalucía uno de sus mejores resultados electorales: 22 escaños, más del doble de los 10 de la formación morada. Sin embargo, Iglesias ha conseguido que uno de los mayores activos de Podemos, el exJEMAD Julio Rodríguez, sea cabeza de lista en Almería, a pesar de las críticas de algunos miembros d'IU. Así, los unidos ayudarán a que la formación se presente como voto útil, regeneracionista y de cambio, que tenderá la mano al PSOE después de las elecciones para conformar un gobierno progresista.

La rabiosa actualidad ha dado vida al sorpasso. Como idea caída del cielo, Unidos Podemos centrará la campaña en el Mediterráneo, en un momento en que la costa sur y sureste es el foco de la corrupción en España. Lo es por la trama urbanística del PP valenciano, las promesas de un corredor mediterráneo que nunca llega, mientras se construyen AVEs radiales deficitarios, y lo es por los presuntos delitos de prevaricación administrativa de los expresidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán, quien también está acusado por malversación de fondos públicos.

Pero Ferraz cierra filas sobre el caso de los ERE, ante la impotencia de que el meteórico avance de Podemos les haga caer lo que ellos sí conciben como un feudo socialista. El secretario general, Pedro Sánchez, indicó que había que esperar hasta la celebración de juicio de Chaves i Griñán, para emitir cualquier valoración sobre el asunto. La ministrable de Justicia, Margarita Robles, reiteró el derecho a la presunción de inocencia, al par que la actual presidenta, Susana Díaz, salió del paso asegurando que no se habían aprovechado del cargo y eran personas "honestas". 

De conseguir el vuelco en Andalucía, las probabilidades de que el sueño de Anguita e Iglesias cobre vida se podrían ver aumentadas en el conjunto del Estado. A quién sino, le disputa el espacio ideológico Pablo Iglesias, sino al "viejo socialismo" de las mayorías del expresidente Felipe González, Griñán y Chaves, al tiempo que aplaude con una ácida burla a Sánchez, que "tome distancia" de ellos, mientras Iglesias sí las recorta para avanzarle y dar el sorpasso. Primero Catalunya, después Andalucía, finalmente España.