"Si Madrid no fabrica, no consume". Bajo este 'lema', Unidos Podemos ha pedido que se prohíba la venta de Coca-Cola en el Senado porque considera que los trabajadores de la fábrica de Fuenlabrada no tienen un futuro real y la compañía no cumple con las sentencias.

De la mano de los senadores Iñaki Bernal, de Izquierda Unida, y Vanessa Angustia, de En Marea, pidieron a la Cámara Alta "solidaridad" con los trabajadores.

Según Angustia, "tendría que ser una obligación moral para todos los representantes públicos ponerse al lado de unos trabajadores que luchan contra una multinacional que no respeta el derecho laboral ni las resoluciones judiciales de nuestros jueces".

El mes de diciembre, Pablo Iglesias ya pidió no tomar Coca-Cola por el desmantelamiento de la fábrica de Fuenlabrada. El Tribunal Supremo ya había declarado nulo el ERE efectuado en el 2015 y una inspección de trabajo detectó irregularidades en la readmisión de los trabajadores el año 2016. Ante estos hechos, la formación política sigue protestando contra la empresa multinacional.