Que la lengua catalana y los derechos de los catalanohablantes estén plenamente garantizados en el futuro sólo se puede conseguir con un Estado propio para Catalunya. Así lo considera la Plataforma per la Llengua, que despliega los argumentos lingüísticos a través de la campaña #Unestatafavor. La entidad, que forma parte del colectivo que hará la campaña unitaria por el sí al referéndum, muestra los argumentos por los cuales, una vez se ha constatado que el Estado español margina y discrimina al catalán sistemáticamente, Catalunya necesita un estado independiente dentro de Europa.

UnEstatAFavor.cat

La campaña de la ONG del catalán girará en torno a la web www.unestatafavor.cat, donde destaca el mensaje que la independencia será un paso importante para conseguir que el catalán sea reconocido internacionalmente como lengua oficial en Europa, que se impulsará la presencia del catalán a los medios de comunicación y que toda la normativa garantizará el derecho de ser atendido en catalán. La República Catalana también supondrá tener un Estado que garantizará la igualdad de oportunidades a todo el mundo, con una escuela integradora y un respeto para todas las lenguas habladas al país.

Los motivos para el 'sí': las balanzas lingüísticas

La ONG del catalán considera que el Estado español constituye una anomalía dentro del contexto de la Unión Europea y de los países de tradición democrática homologable en el mundo occidental, tal como pone en evidencia uno de los últimos estudios publicados por la entidad, las Balanzas Lingüísticas 2017. Es lo único de estos estados que no ha reconocido una lengua propia de las dimensiones y la vitalidad del catalán como lengua oficial de Estado al mismo nivel que cualquier otra, en este caso el castellano. En cuanto a la Unión Europea, es también el único estado que se ha negado de manera sistemática a pedir la oficialidad en Europa de una lengua propia de las características del catalán en cuanto a fortaleza y número de hablantes. No hay ningún otro caso como el de España para una comunidad lingüística del tamaño de la catalana. En el resto de casos, o bien ha habido una rotura territorial que ha permitido administrar y reconocer plenamente los derechos lingüísticos de los ciudadanos a través de la constitución de un estado nuevo o bien ha habido una modificación constitucional para equiparar la lengua tradicionalmente discriminada al mismo nivel que la otra. Este último caso es el de Bélgica, Suiza, Finlandia o el Canadá.

A priori sería posible que la lengua catalana alcanzara la condición de lengua oficial de la Unión Europea. Sin embargo, la práctica real e histórica nos demuestra que, hoy por hoy, y en las perspectivas a plazo corto, medio y probablemente incluso largo, no es posible de llegar a la equiparación de derechos entre los ciudadanos de lengua catalana y los de lengua castellana dentro del marco español. La Plataforma per la Llengua considera que el único camino para conseguir una práctica lingüística democrática, cuando menos en una parte del territorio, es la independencia. En el ámbito lingüístico, la independencia de Catalunya no sólo ocurre una herramienta para avanzar hacia la normalidad en el reconocimiento del catalán, sino que se hace imprescindible si se quieren garantizar unos mínimos de los derechos de las personas, de acuerdo con los estándares de los países democráticamente adelantados. Además, esta soberanía puede ayudar a hacer que el catalán reciba un impulso en otros territorios de habla catalana como la Comunitat Valenciana y las Illes Balears.