El catalanismo conservador impulsa una nueva propuesta por la ajada tercera vía, que en su día tenía que servir para esquivar la profecía del choque de trenes. Se trata de un grupo, llamado El País de Demà, que se define como transversal ideológica y profesionalmente, pero dentro del cual se ha hecho saber que figuran nombres como el de la exlíder del PDeCAT, Marta Pascal, con Carles Campuzano y el exconseller Lluís Recoder; así como el concejal de Units per Avançar y antiguo dirigente socialista, Albert Batlle.

Los impulsores de la iniciativa aceptan que la independencia es una opción legítima y válida, siempre y cuando se canalice en una "estrategia posibilista que no perjudique a la propia Catalunya". "Hay que superar la dinámica del procés y del conflicto con el Estado, que perjudica a los intereses de Catalunya y al propio objetivo de la independencia", recetan.

La nueva plataforma se pondrá oficialmente en marcha este sábado en el monasterio de Poblet en un aquelarre en qué se apuesta por "sacar el máximo rendimiento a la autonomía política que tenemos en la actualidad". Este se sitúa, de hecho, como el primero de los retos políticos de un documento de trabajo estructurado en cuatro ejes -econòmic,social, valores y político- que ayer presentaron al Colegio de Periodistas.

La propuesta que plantea El País de Demà se basa, según este texto, en "alcanzar un gran consenso en la sociedad catalana sobre cómo enfocar a corto plazo la relación con el Estado". En concreto, propone identificar las políticas e inversiones con que el Estado puede hacer una mayor contribución a la prosperidad de Catalunya y abrir una negociación para consensuarlas e implementarlas.

Esta es la máxima concreción política en el modelo que proponen y que, el impulsor de la iniciativa, Antoni Garrell, ha explicado en la rueda de prensa. De hecho, no ha podido especificar si los ejes económicos y sociales que defienden requerirían cambios legislativos o de qué manera se financiarían, a pesar de admitir que con el actual Estatuto sólo se podría cumplir el 60% de sus propuestas.

Garrell ha asegurado que no pretenden convertirse en un partido político pero ha admitido que si algunos de sus impulsores decide apostar por una nueva formación y defensa sus propuestas, tendrá el apoyo de la plataforma. De momento, en la reunió de este sábado en Poblet, calculan que participarán un centenar de personas.