El primer teniente de alcaldía de Barcelona, Gerardo Pisarello, ha llamado a participar en la votación del 1 de octubre, y ha defendido a uno "sí crítico" contra el "autoritarismo" del PP. En un artículo en el diario Crític, Pisarello ha considerado que el soberanismo republicano y progresista "no puede quedarse en casa" a pesar de no compartir la hoja de ruta de JxSí.

"Las fuerzas del cambio cometerían un grave error si no se levantan contra el PP y sus ataques a las reivindicaciones democráticas de autogobierno", ha argumentado. Ha opinado que sería legítimo un voto en blanco, por el no o por el sí, pero ha apuntado que un "sí crítico" tendría sentido por dos motivos: "como forma de rebelión contra el centralismo y el autoritarismo", pero también porque sería "una manera de avanzar hacia la propuesta de fondo mayoritaria entre los comunes", que pasa, ha dicho, por un "acuerdo plurinacional, respetuoso y entre iguales entre los diferentes pueblos y gentes peninsulares".

Pisarello ha insistido en que no comparte la hoja de ruta unilateral planteada por JxSí y la CUP, pero ha remarcado que, a pesar de todo, "quedarse en casa no parece una alternativa". "Movilizarnos, y votar incluso con uno sí puede ser una manera de rebelarse contra el autoritarismo centralista y de hacer avanzar un posible acuerdo plurinacional libre y entre iguales", ha señalado. Un acuerdo, ha continuado, que "pusiera en cuestión el proyecto oligárquico y elitista que se ha impuesto en los últimos años" y que abriera paso a una "nueva convivencia republicana, libre y solidaria entre los diferentes pueblos" de la península.

Garantías de imparcialidad

El número dos de Colau en el Ayuntamiento ha empezado el artículo criticando la estrategia unilateral de los independentistas, porque a pesar de ser "legítima enfrente de un gobierno que ha negado todo diálogo y que ha practicado el bloqueo", al mismo tiempo implica "algunos problemas innegables" cuando se aplica a un referéndum, "que, a diferencia de parar un desahucio, exige asegurar garantías de imparcialidad".

Ha apuntado que esta manera de actuar dificulta la implicación de sectores no convencidos, y más cuando la mayoría independentista "se ha visto forzada a ocultar información y a restringir el debate parlamentario" al tratarse de uno "desafío a la legalidad". También ha lamentado que el referéndum no haya venido acompañado de medidas sociales, fiscales o medioambientales, y más cuando el PDeCAT "se ha negado a votar la moción de censura en el PP y ha coincidido con la derecha española en muchas de sus políticas antisociales".

Pisarello también se ha quejado de un cierto discurso "etnicista, clasista y ramplón" del independentismo, "que aleja a mucha gente, desde sectores populares, especialmente castellanohablantes y recién llegados, hasta soberanistas abiertamente no nacionalistas".

Todo bastaría, según Pisarello, para que muchas personas genuinamente catalanistas y de izquierdas no participaran el 1-O, pero ha considerado que sería un "error" que las "críticas necesarias" en muchas de las políticas adoptadas por el gobierno de JxSí "dejen la vía abierta a una intervención autoritaria del PP que lesione todavía más el autogobierno de Catalunya y que quiera humillar sus instituciones".

Lleno del derecho a decidir

Y es que el primer teniente de alcaldía ha opinado que el soberanismo catalán no puede colocarse en ningún caso al mismo nivel de "el ofensivo nacionalismo españolista" de PP y Cs, con el PSOE sumándose "demasiado a menudo". Es por eso que ha subrayado que si el 1-O hay urnas y no se ponen en riesgo los trabajadores municipales, "sería difícil no implicarse", porque un fracaso de la cita sería más que el fracaso de la hoja de ruta de un gobierno, también una "vez decisiva a la posibilidad de avanzar en el ejercicio lleno del derecho a decidir".

Citando el gallego Xose Manuel Beiras, ha apostado para que las fuerzas progresistas y republicanas españolas comprendan que buena parte de los soberanismos periféricos son aliados, igual que los movimientos soberanistas tienen que entender que también hace falta una alianza con las fuerzas de izquierdas del Estado.

Así, a pesar de entender cualquier voto el 1-O, Pisarello ha considerado que uno "sí crítico" sería una propuesta que "buena parte del soberanismo progresista podría hacerse suya" con el objetivo de "facilitar las alianzas que permitan el impulso de auténticas propuestas constituyentes, de refundación republicana, municipalista e internacionalista en las naciones periféricas, en el conjunto del Estado y también en Europa".