Aunque no siempre pasa, las votaciones de un pleno de investidura suelen ser más un acto protocolario que un episodio de tensión y nervios, ya que los pactos entre partidos políticos vienen hechos y todo el mundo sabe cuál será el resultado definitivo.

Así fue en los dos primeros intentos de Pere Aragonès para ser investido president de la Generalitat, que ya se sabía que serían fracasados por la abstención anunciada de Junts, y así ha sido este viernes después de que los dos principales partidos independentistas anunciaran ahora hace pocos días un acuerdo de Govern que ha costado tres meses de conseguir.

 

Sin embargo, en la política catalana siempre hay espacio para la sorpresa y hoy lo ha vuelto a demostrar cuándo la portavoz del PSC, Alícia Romero, ha votado a favor de la investidura del republicano cuando lo hacía en nombre de su compañera de filas, la diputada Elena Díaz.

La votación de la investidura del presidente es pública y transparente; cada diputado se levanta y pronuncia 'Sí', 'No' o 'abstención'. Ha sido aquí cuando Romero ha protagonizado un lapsus que ha hecho estallar de reír la Cámara. "¡Si, no!", ha gritado rectificando inmediatamente. Evidentemente el voto ha acabado contando como negativo.

En la tercera va la vencida

Aragonès ha conseguido a la tercera ser investido, cosa que no había pasado nunca en la historia de la democracia catalana. Ahora bien, también es cierto que desde Pasqual Maragall no se materializaba una investidura con 74 votos a favor -hoy los de ERC, Junts y la CUP. Son dos ejemplos claros de la capacidad de resiliencia del coordinador nacional de ERC.

El ademán de Aragonès en este tercer asalto ha sido bañado ya de un aura diferente a los dos primeros intentos. Esta vez sabía que saldría president y esto lo ha armado con mucha más seguridad. Durante su discurso incial, el jueves por la tarde, quiso ponerse a ello, sin esconder que tiene prisa para tomar el timón. Quiere, dice, gobernar para todos los catalanes, también los que no quieren la independencia, para ofrecerlos más que una vida digna.

El primer gran reto que tendrá su ejecutivo es hacer un reset para diferenciarse del anterior y romper definitivamente con la dinámica de hacer público día sí, día, también las disputas internas.

 

Imagen principal: la portavoz del PSC en el Parlament, Alícia Romero / Foto: ACN