La eurodiputada de Junts Clara Ponsatí no ha escondido este mediodía sus reticencias con la estrategia que sigue el independentismo, tanto en el interior del país como en el exilio. No es nuevo que muestre un posicionamiento crítico. Pero hoy, la contundencia de sus palabras, en plena rueda de prensa para valorar el revés que hoy ha propinado el TGUE a los independentistas, ha provocado evidente malestar entre sus compañeros y la perplejidad de los asistentes a la convocatoria.

Ponsatí, que a diferencia de Carles Puigdemont y Toni Comín, con la reformulación de las acusaciones del juez Pablo Llarena ha quedado fuera del alcance de una nueva euroorden, ha explicado que quería aprovechar la presencia de partidos y entidades en la sala de prensa para hacer una reflexión en la que ha advertido que la sentencia de hoy era un "final de etapa" que tendría que hacer rectificar la manera como el independentismo ha gestionado las expectativas políticas de las estrategias posteriores al 2017.

Primero ha dirigido sus andanadas a la estrategia de ERC, asegurando que "ni el gobierno autonomista de la Generalitat ni los pactos con el PSOE pueden ofrecer nada a la ciudadanía, que no sea la rendición y la renuncia a la catalanidad", pero acto seguido ha situado la diana en el exilio para advertir que "la especulación que las sentencias europeas llevarían al retorno del president Puigdemont tampoco ha abierto camino". "Esta constante huida hacia adelante se tiene que acabar. Los catalanes se merecen otra política, se merecen oír la verdad", ha remachado.

Ponsatí, que hace tiempo que se ha desmarcado de la línea política de Junts hasta el punto que se ha especulado que pretende crear un nuevo partido, ha pronosticado que la persecución judicial del independentismo y la persecución política no se acabará hasta que Catalunya no sea un Estado independiente y ha concluido que "no hay ningún acuerdo que ningún partido político español pueda aceptar que no sea en el fondo una rendición".

Bastantes ficciones

"Basta de ficciones. Trabajemos para liberar el país y con el país liberaremos a los represaliados", ha exigido, además de reclamar también apoyo para todos los represaliados, también para aquellos que son perseguidos por el Govern de la Generalitat. La eurodiputada ha reclamado "hacer política con mayúsculas": "Basta de lanzar la pelota adelante. Basta de alimentar ilusiones que no se materializarán. Hasta que no empecemos a hablar claro y dejemos de prometerle a la gente que con las tácticas judiciales haremos la libertad, no tendremos ni el tiempo, ni el espacio, ni las ideas, ni la energía para dedicarnos a la única tarea que la historia nos reclama, que es liberar nuestra patria de los poderes españoles".

Al acabar la intervención se han escuchado tres aplausos en la sala, que le ha dedicado la presidenta de la ANC, Dolors Feliu, que también apuesta por castigar a los partidos independentistas en las próximas elecciones generales, aunque las bases de la Asamblea han rechazado que la ANC defienda la abstención.

A pesar de conocer las reticencias de Ponsatí, la intervención de la eurodiputada ha provocado sorpresa entre los representantes de las entidades y los partidos, más por el momento escogido, en plena valoración del revés del TGUE, que por el contenido. Pero también malestar entre sus compañeros de Junts, que no se lo han escondido. 

Desde el Consell de la República, Lluís Llach ha optado por responder públicamente a las palabras de Ponsatí, con un tuit en el que ha "matizado" que ni Puigdemont ni los miembros del exilio ni el Consell de la República han prometido nunca que con las tácticas judiciales se conseguirá la independencia.