Los Mossos d'Esquadra se curan en salud y antes de que haya incidentes y reciban los periodistas, los avisan de que se identifiquen, se protejan y hagan caso de lo que les dicen los agentes.

Estos días ha habido 58 periodistas agredidos o heridos. Y uno de ellos acabó detenido anoche en los disturbios de plaza Urquinaona.

Los Mossos alertan de la "necesidad de que todos los periodistas, cámaras y fotógrafos que quieran acceder al dispositivo policial o se encuentren en zonas donde se estén produciendo incidentes violentos vayan acreditados visiblemente con chaleco o brazalete". Y recomiendan "llevar elementos de protección ante los lanzamientos que se producen a menudo. En todo momento tienen que atender a las indicaciones de los agentes a fin de que se pueda llevar a cabo con seguridad la intervención policial y que estos puedan desarrollar su trabajo con normalidad".

También piden que en casos de lesiones o retenciones, los profesionales de la información contacten lo antes posible con los responsables de comunicación de los Mossos d'Esquadra.

El Col·legi de Periodistes de Catalunya, a través de las redes sociales, ha exigido a las fuerzas de seguridad y a los políticos responsables una "reacción firme para acabar con esta espiral contra los periodistas" y se ha solidarizado con todos aquellos que han sido agredidos e, incluso, detenidos.

A estas denuncias también se ha unido el Grup Barnils, que también ha anunciado que informarán de las agresiones a instancias internacionales de protección de derechos humanos. Al mismo tiempo, han pedido la dimisión inmediata del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaksa, y del conseller Miquel Buch.

La Oficina de Derechos Civiles y Políticos de la Generalitat ha alertado a través de las redes que "el elevado número de periodistas heridos por la acción", mayoritariamente por parte de la policía española, es un "indicador muy preocupante de la calidad de las intervenciones de orden público".