El jefe del dispositivo policial del 1 de octubre, Diego Pérez de los Cobos, no admite que hubo cargas policiales durante el referéndum. Así lo asegura él mismo en su declaración en el Tribunal Supremo ante el magistrado Pablo Llarena, a la cual ha tenido acceso Catalunya Ràdio.

Pérez de los Cobos señaló que al 1-O "sólo existió una violencia: la de los ciudadanos". En la declaración, el coronel describe a los votantes como "grupos perfectamente organizados que hacían murallas contra la actuación policial" y destaca que hubo agentes heridos. Sin embargo, desprecia a los ciudadanos heridos: "La mayoría tuvieron que ser atendidos por crisis de ansiedad y me consta que las supuestas lesiones eran falsas", relataba. Además, añade que la policía española "todavía hubiera podido actuar con más contundencia".

En este sentido, Pérez de los Cobos se indignó cuando las defensas de los líderes independentistas encausados hablaban de "cargas policiales". "Puedo garantizar que la actuación fue en todo momento proporcionada y congruente", dijo.

El coronel afirmó que sólo llegar a Barcelona ya vio que la policía española y los Mossos "no afrontaban el referéndum con los mismos criterios" y que consideraba que los agentes catalanes "estaban encaminados a facilitar el desarrollo del referéndum".

Por eso, Pérez de los Cobos mantuvo una conversación con el mayor Josep Lluís Trapero el mismo día del referéndum al mediodía. En esta conversación, que admite que fue "muy tensa", el coronel reprochó a Trapero que no había planificado un "dispositivo eficaz" y el mayor le replicó que "no tenía que rendir cuentas con él", ya que sólo Pérez de los Cobos sólo se tenía que dedicar a la coordinación.

Por decisión de la fiscalía, Pérez de los Cobos fue el encargado de coordinar todo el dispositivo policial de los diferentes cuerpos y fuerzas de seguridad implicados en el 1-O. El coronel declaró como testimonio tanto en la Audiencia Nacional como al Supremo en las causas abiertas contra el Govern y los líderes de la ANC y Òmnium por rebelión y sedición.