El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el secretario general de Junts, Jordi Turull, están reunidos en el Palau de la Generalitat para evaluar la crisis abierta entre los socios de Govern. El encuentro se está celebrando después de que el president se ha reunido durante dos horas y cuarto con los miembros del Govern para evaluar el choque escenificado la noche del martes en el debate de política cuando Junts lo emplazó a someterse a una cuestión de confianza. Desde presidencia de la Generalitat se ha anunciado que Aragonès comparecerá en la Galeria Gòtica ante la prensa al acabar el encuentro con Turull. Según fuentes del ejecutivo, Aragonès habría fijado un plazo de dos o tres días para que Junts aclare su situación. En caso contrario les emplazaría a abandonar el ejecutivo. 

Distintas fuentes del Govern consultadas por ElNacional.cat, han explicado que el president ha escuchado la opinión uno a uno de todos los miembros del gabinete. Aragonès les ha interrogado sobre si conocían la propuesta de Batet de emplazarlo a una cuestión de confianza y si estaban de acuerdo. Los consellers habían consensuado un posicionamento antes de entrar en la reunión a favor de mantener los acuerdos de Govern y continuar en el ejecutivo. Por contra, han admitido que desconocían la intención del responsable del grupo de plantear una cuestión de confianza. Todos, excepto el vicepresident, Jordi Puigneró, que sí estaba al corriente. La conclusión que Aragonès habría extraído del intercambio de opiniones habría evidenciado que el posicionamiento en Junts no era ni claro ni unánime, según se ha apuntado desde presidencia. Por contra, Junts ha hecho público un comunicado donde ha asegurado que todos los consellers se haubrían expresado en la misma línia expuesta por el presidente del grupo.

No habrá cuestión de confianza

Aragonès les habría advertido que no se presentará a una cuestión de confianza y les ha reprochado que existe un conflicto de lealtades dentro del Govern. Por lo que respecta a los reproches de Junts, ha asegurado que tiene voluntad de cumplir los acuerdos y ha insistido en que había avanzado su propuesta sobre el acuerdo de claridad antes de exponerla en el hemiciclo.

La reunión extraordinaria del Govern la ha convocado el president a la una del mediodía después de que a primera hora de la mañana había vaciado toda su agenda para abordar la crisis abierta. El vicepresident, Jordi Puigneró, y los consellers de Junts han preparado el encuentro en una comida en el Parlamento en que han participado, la presidenta del partido, Laura Borràs, el secretario general, Jordi Turull, el presidente del grupo parlamentario, Albert Batet, y el vicepresidente y portavoz del partido, Josep Rius. Después de la comida los consellers de Junts han llegado juntos al Palau de la Generalitat para participar en la reunión del Gobierno.

Frente a esta voluntad de Junts de plantear un posicionamiento colectivo, ha trascendido que la intención del president era reclamar a los consellers que posicionaran uno en uno sobre la crisis creada. Esquerra no esconde la intención de hurgar en las divergencias existentes a Junts sobre la conveniencia de seguir en el Govern.

La propuesta sorprendió también en Junts

De hecho, la intervención de Batet cogió por sorpresa también a la mayor parte de los dirigentes de Junts, dado que sólo conocían su intención de reclamar una cuestión de confianza a Aragonès los máximos responsables del partido y no habían informado a la ejecutiva ni el grupo parlamentario.

La crisis entre los dos partidos del gobierno se ha desbordado después de que en el último tramo del pleno de política general, el presidente de Junts, Albert Batet, reclamó a Aragonès que cumpla los compromisos pendientes del pacto de Govern y que, en caso contrario, se someta a una moción de confianza. En respuesta, Aragonès, visiblemente irritado, emplazó a los socios a tomar una decisión con celeridad sobre su continuidad al ejecutivo y los advirtió que, por su parte, también él adoptaría las medidas que fueran necesarias. El martes, se levantó el pleno del Parlament pasadas las 11 de la noche, con el Govern abierto en canal, y este miércoles por la mañana se han multiplicado los rumores sobre una posible salida de Junts del Ejecutivo.