Hace unos días, Oriol Junqueras advertía desde la prisión de Lledoners que cuando se conozca la sentencia la reacción del independentismo no debería ser ni "humo" ni "simbolismo vacío". Este miércoles en el Parlament, su mano derecha, Pere Aragonès, ha tirado de ese hilo. Durante la sesión de control al Govern, el vicepresident se ha comprometido a responder "con mirada larga y mano tendida".

A pesar de la insistencia de la mayoría de actores políticos del soberanismo en defender la absolución, lo cierto es que nadie confía. Si es condenatoria, "el Govern expresará su apoyo y solidaridad con todos los represaliados del 1-O", ha avanzado Aragonès. Ha incorporado una coletilla invitando a la serenidad. "Actuaremos con mirada larga y mano tendida, apostando por la serenidad y el diálogo", ha afirmado. Y lo ha reiterado con otras palabras, "hablar, dialogar, hacer política, eliminar la represión y devolver un conflicto que es político a la política".

En este sentido, el vicepresident y conseller de Economía ha denunciado "la vulneración de derechos" que a su parecer supone que el Tribunal Supremo haya rechazado aplazar la sentencia sin esperar a conocer la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre la inviolabilidad de Oriol Junqueras. Asimismo ha advertido de que "las ideas no se silencian a golpe de sentencia" y ha exigido al gobierno Sánchez y a los líderes de los principales partidos españoles que cesen en sus amenazas de un nuevo 155.