El Govern ha celebrado este viernes por la mañana, jornada que coincide con el pistoletazo de salida de las elecciones generales 2023, una reunión de trabajo en el Palau Robert con todos los consellers y los secretarios generales de los departamentos para evaluar el trabajo hecho durante los primeros dos años de legislatura. Es la tercera vez que el ejecutivo se reúne de manera extraordinaria para hacer balance de la situación y prepararse para el otro ecuador del mandato. El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha comparecido con posterioridad al encuentro y ha anunciado que ha encargado a los titulares de las conselleries que centren los dos años que quedan en la "ampliación y defensa" de derechos y libertades ante el riesgo de una "oleada reaccionaria" que plantee recortarlos. Para hacerlo, y teniendo presente que el ejecutivo cuenta con el único apoyo de los 33 diputados de Esquerra Republicana, Aragonès ha trazado como prioridad el fortalecimiento de la estabilidad parlamentaria. Así lo ha apuntado en respuesta a la hipotética posibilidad de una reincorporación, por ejemplo, de Junts al Govern.

Aunque el president ha remarcado que en los "retos" que tiene el país "no sobra nadie", ahora ve un Govern "sólido, cohesionado y eficaz" que "ha visto cómo su valoración ha mejorado sustancialmente según el último barómetro del Centre d'Estudis d'Opinió" y, por este motivo, Aragonès se inclina por construir una estabilidad parlamentaria que vaya más allá de la bancada de los republicanos en la cámara catalana. El jefe del ejecutivo cree que es "fundamental" encontrar complicidades en un contexto donde "los derechos y las libertades se ven amenazados con toda la contundencia por parte de la derecha y la extrema derecha". "Catalunya tiene que seguir siendo una tierra de libertades, ante cualquier amenaza o riesgo de retroceso, responderemos con toda la firmeza para preservar los derechos y libertades de nuestra gente y del país en su conjunto", ha afirmado Pere Aragonès, que de hecho ha sido la idea troncal del encuentro que ha mantenido con el resto del Govern.

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Pere Aragonès, durante la comparecencia posterior a la reunión del Govern en el Palau Robert / Foto: Miquel Muñoz.

Aragonès apela a una "movilización de país" el 23-J para hacer de Catalunya un "bastión" en defensa de derechos y libertades

El president de la Generalitat ha admitido que buena parte de la reunión ha girado en torno al "contexto" que ha emergido con la posibilidad de un gobierno del PP y Vox. En este sentido, más allá de querer preparar al Gobierno para "defender Catalunya", Aragonès ha hecho un llamamiento a una "movilización de país" el 23 de julio para revertir la "ofensiva contra los derechos y libertades". "Catalunya es una tierra de libertades y no daremos ningún paso atrás; ante la oleada reaccionaria, seremos un bastión en defensa de estos derechos y libertades", ha subrayado el jefe del ejecutivo. En concreto, ha apuntado que los derechos "laborales, sociales y políticos, de las mujeres, del colectivo LGTBI, lingüísticos y de la memoria" están en riesgo y hacen falta "todas las herramientas políticas y jurídicas para revertir el ataque".

Al mismo tiempo, Aragonès ha reivindicado "avances" como la gratuidad del I2, la incorporación de 10.000 pisos de vivienda de alquiler social asequible o el "compromiso" con la lengua catalana. Todavía sobre el 23-J, el president ha destacado que seguirán defendiendo el derecho a la autodeterminación y la amnistía como "claves para resolver el conflicto político en cualquier circunstancia y haya quien haya en el otro lado". Aragonès ha lamentado que Sumar haya renunciado al referéndum y, ante la negativa del PSOE a hacer uno, el republicano ha querido recordar que "el año 2019 también decían que habría un cumplimiento íntegro de las penas y obtuvimos la fuerza para liberar a los presos políticos y una derogación del delito de sedición".

Por otro lado, el Govern se ha reunido esta semana con los que fueron sus socios para los presupuestos de 2023, los comunes y el PSC. Ambas formaciones salieron "decepcionadas" por el "ritmo lento" de ejecución de las cuentas, hecho que el president de la Generalitat no comparte: "Cumplimos con los compromisos, hemos puesto a disposición el acceso a datos para monitorizar el estado de ejecución de las iniciativas acordadas y ya tenemos cumplidos el 50% de los acuerdos. Vamos a buen ritmo".