La diputada de extrema derecha de Reagrupamiento Nacional y líder de la oposición contra Macron, Marine Le Pen, ha cargado contra la nueva ley del catalán del gobierno andorrano que obliga a los nuevos residentes a tener un nivel inicial del idioma, así como a los que quieran renovar su permiso de residencia. Le Pen, según explica el Diari d'Andorra, se ha opuesto a esta medida anunciada hace unos meses por el gobierno andorrano en una pregunta dirigida al ministro de Europa y Asuntos Exteriores del gobierno francés, Stéphane Séjourné. Según la líder de extrema derecha francesa, comporta una "discriminación" de la lengua francesa en Andorra.

La diputada francesa ha recordado el "vínculo histórico" de los andorranos francófonos con el estado francés y ha explicado que el presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, se ha mostrado partidario de que el Banco de Francia pueda actuar como prestador de última instancia. Para Le Pen, esta nueva ley podría provocar el "riesgo de frenar el uso del francés en importantes sectores económicos, como el turismo o el mundo empresarial". Y es que la nueva ley del catalán andorrana tiene como objetivo implicar a instituciones y empresas en la protección de la lengua catalana, sobre todo a raíz del aumento de la inmigración en Andorra.

Por todo ello, Le Pen ha pedido la opinión del ministro sobre el proyecto de ley y sobre los "posibles efectos nocivos" que podría tener sobre el uso del francés en el Principat. Asimismo, insta a hacer público qué política se seguirá para defender el mundo francófono y el lugar de Francia en Andorra, "territorio del que somos copríncipes" y si tiene intención de intervenir directamente ante el gobierno andorrano para revertir esta situación.

La nueva ley del catalán en Andorra

La nueva ley del catalán exigirá un nivel mínimo del idioma tanto a los nuevos residentes como a aquellos que tengan que renovar el permiso para vivir y trabajar en Andorra. El requisito, sin embargo, será inferior al nivel A2, y a quienes no lo puedan acreditar, se les obligará a hacer un curso de 20 horas en los centros de catalán andorranos antes de darles o renovarles la tarjeta verde. Actualmente, se está tratando en comisión e incorporará un artículo para modificar la legislación sobre inmigración y añadir los nuevos requisitos para los permisos de residencia.

Desde el gobierno andorrano se afirma que han constatado que cada vez hay más casos en los que la primera atención se presta directamente en castellano, sobre todo en los comercios y la restauración. Se quiere lograr revertir esta tendencia y asegurar una conversación mínima en catalán.